Válvulas de escape contra la crisis
Vector Valves acaba de cerrar contratos millonarios en Asia
Si existiera una válvula de escape para sortear la crisis, sólo Vector Valves (VV) podría fabricarla. Porque la empresa aragonesa es capaz de producir cualquier tipo de válvula, sea cual fuere su tamaño y función. Y esa flexibilidad, junto a la tecnología punta y la experiencia de los ingenieros que crearon la compañía, ha permitido a la compañía elevar su facturación un 10% en plena crisis económica.
Los últimos contratos logrados por Vector Valves suman más de cuatro millones de dólares en Irán y 1,3 millones en Qatar. Las válvulas producidas en su fábrica en Utebo (Zaragoza) están presentes en los grandes oleoductos, centrales térmicas, nucleares y petroquímicas de todo el mundo.
Claudio Oroquieta, director gerente de la compañía, subraya que "el tirón exportador en Asia está siendo muy importante, gracias a contratos importantes en países como Arabia Saudí, Irán o Qatar. Pero lo más importante es que hemos conseguido que las válvulas que fabricamos tengan presencia y prestigio en todo el mundo."
Una herencia de décadas
Vector Valves constituye la herencia mejorada de una empresa mítica en el tejido industrial aragonés: la Walthon Weir Pacific (WWP), fundada por el ingeniero Sergio Piedrafita en Zaragoza el año 1959. Una pequeña compañía que acabó comprando a dos gigantes sectoriales, la británica Weir y la americana Pacific Valves, algo insólito en el mercado autárquico de aquella época. De modo que la WWP pasó a convertirse, en 1981, en una de las cinco primeras compañías del ranking mundial.
Cuando la Walthon se vino abajo, sus ingenieros, encabezados por Claudio Oroquieta, decidieron que aquel capital tecnológico no podía desaparecer. Abandonaron la empresa antes de una muerte anunciada, que coincidía prácticamente con la de su fundador. Y constituyeron una firma que recuperaría el espíritu inicial de WWP y radicalmente distinta a la de su angustioso final. Nació así la Vector Valves, cuya progresión en los mercados ha sido espectacular, tanto que sus ventas esperan tocar los 10 millones de euros a cierre de 2010.
Si el primer lema de la antigua Walthon fue "cuando de válvulas se trata, no es preciso importar", el de la nueva Vector podría ser "cuando se trata de vender, es preciso exportar". Porque el 90% de su producción se coloca en el exterior. Si se cumplen las previsiones, el aumento de las ventas podría situarse en torno al 20% a final de año.
Oroquieta señala que "nuestro caso es singular, ya que la crisis no ha afectado al número de pedidos, más bien al contrario. Sin embargo, la estamos notando, y mucho, a la hora de la financiación. Incluso nos hemos visto obligados a rechazar pedidos por las dificultades para conseguir dinero de los bancos. En este capítulo, desgraciadamente, la empresa no es una excepción, ya que hay otras muchas que sufren una situación similar".
Falta de financiación
Para el director gerente de VV, "rechazar un pedido es algo particularmente doloroso, porque implica defraudar a un cliente que había confiado en tu empresa, prefiriéndola a otras del sector. La falta de financiación resulta inexplicable, pero es un problema ajeno con el que estamos obligados a contar".
Y es que las válvulas fabricadas por la compañía zaragozana tienen un plazo medio de entrega de seis meses y el cobro no puede efectuarse hasta que llegan a manos del cliente.
El mercado nacional ha pasado a ser prácticamente testimonial para Vector Valves. Oroquieta dice que, en esta circunstancia "influyen tanto la ausencia de grandes proyectos, como los plazos de pago, que se demoran hasta 120 días, mientras en la exportación son más reducidos".
La falta de financiación ha impedido también la entrada en nuevos países. No obstante, Oroquieta subraya que "la cartera de pedidos está asegurada".
Sus últimos contratos cubren una variada gama de países: India, China, Malasia, Oriente Próximo, Europa, el norte de África y Suramérica.
Datos económicos
Facturación: 10 millones de euros espera alcanzar Vector Valves en 2010, tras los 7,5 millones del ejercicio pasado.Plantilla: la empresa cuenta con 21 especialistas, que se duplican con el empleo indirecto.Precios: oscilan entre los 1.500 euros de la válvula más pequeña a los 4 millones de euros.Crecimiento: VV creció un 10% el año pasado y espera aumentar un 20% sus ventas a cierre de 2010.Producción: el 90% de su volumen de producción se exporta.