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Movimiento corporativo

Los herederos de Gullón deciden no celebrar la junta en la que su madre pretende retomar el control

El consejo de administración de Galletas Gullón, controlado por los tres hijos varones y dos hermanos de la viuda del fundador, María Teresa Rodríguez Sainz-Rozas, ha decidido no celebrar la junta de accionistas extraordinaria convocada judicialmente para el 1 de septiembre y en la que la ex presidenta ejecutiva prevé recuperar el control sobre la gestión de la empresa.

Esta decisión, "en contra de lo ordenado en el auto del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Palencia" el pasado mayo, se adoptó por mayoría en la sesión celebrada ayer, con el voto en contra de Rodríguez Sainz-Rozas y de su hija Lourdes Gullón, que ostentan la mayoría del capital social, según informó la primera accionista en un comunicado.

Rodríguez Sainz-Rozas, que entiende que este acuerdo podría ser constitutivo de delito, consideró que, "mediante esta decisión, un consejo que no es representativo de la estructura accionarial de la compañía pretende prolongar una situación anómala de control de la gestión, basada en privar a sus accionistas del derecho a decidir quién les gobierna".

En su opinión, "estas maniobras dilatorias hacen que se prolongue una situación de inestabilidad en el gobierno de Galletas Gullón que en nada favorece a la compañía y a sus trabajadores".

"La oferta de diálogo y acuerdo realizada por mis hijos y hermanos ante los medios de comunicación no es sincera, sino una mera estrategia para desviar la atención sobre la junta que el juez ha convocado", agregó la ex presidenta ejecutiva, quien afirmó que se atendrá a lo dictado por el Juzgado y hará "todo lo posible para que esta junta se celebre en la fecha convocada".

Negativa a entregar tarjetas de asistencia

Según Rodríguez Sainz-Rozas, esta decisión del consejo viene precedida de la negativa, por parte de su presidente, Rubén Gullón, a entregarle a ella, a Juan Miguel Martínez Gabaldón y a Lourdes Gullón las tarjetas de asistencia a la junta general extraordinaria.

La ex presidenta ejecutiva, máxima accionista con un 55,29% del capital, Martínez Gabaldón (16%) y Lourdes Gullón (3,86%), para asegurar su participación en la junta, solicitaron las tarjetas de asistencia al presidente del consejo de administración el pasado 14 de julio, a través de requerimiento notarial, y volvieron a reiterar su solicitud los días 30 de julio y 23 de agosto.

"La compañía está obligada a entregar la tarjeta de asistencia con arreglo al artículo 13 de los estatutos sociales", remarca el comunicado de María Teresa Rodríguez.

Según señala, la negativa de Rubén Gullón y la confirmación de esa negativa por los consejos de administración de 30 de julio y 23 de agosto a entregar las tarjetas "suponen un desconocimiento flagrante de los derechos políticos de los máximos accionistas y de las reiteradas resoluciones judiciales que reconocen esos derechos", por lo que, al igual que la decisión de "no celebrar" la junta, podría ser constitutiva de delito.

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