La ruina del cobre
Aunque el robo de cobre viene de largo, y muchas son las fórmulas que idean las empresas para impedir a los cacos tales hurtos, lo cierto es que el problema sigue sin solución. Sin ir más lejos, hace unas semanas una autopista de peaje perdió 60.000 euros en una sola semana. Un pico nada despreciable. Fuentes de la concesionaria aclaran que han probado de todo: sellan con cemento los cables para evitar que tiren de ellos y les vacíen por completo la instalación. Ni por esas.
Los ladrones del cobre también son unos profesionales. En su modus operandi, cortan los cables durante el día (si lo hiciesen de noche, saltaría la alarma al quedarse la instalación sin luz) y al anochecer acuden al mismo lugar con un camión y un enrollador potente que tira del cable en la impunidad de la noche.