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Temen reclamar sus derechos

Las empresas sólo reconocen al 6% de autónomos dependientes

Los autónomos dependientes reciben como mínimo el 75% de sus ingresos de un único cliente. El Gobierno creó un registro específico para sus contratos con el fin de regularizar sus derechos, pero las asociaciones de autónomos denuncian que las empresas prescinden de quienes los solicitan. Sólo el 6% está registrado.

La seguridad jurídica que el Gobierno concedió a los autónomos dependientes -conocidos en el sector como trades- ha resultado ser una trampa para ellos. Después de años de desprotección, el Ejecutivo se decidió a sacar del limbo a los trades, cuyos ingresos dependen, al menos, en un 75% de un único cliente. Se trata, normalmente, de agentes comerciales, periodistas, transportistas o repartidores que ejercen su actividad principalmente para algún empresario que necesita un servicio determinado o que externaliza una actividad.

El reciente Estatuto del Trabajador Autónomo regula la relación contractual que se crea mediante un registro oficial, en el que se establecen ciertos derechos y obligaciones, como la jornada laboral o el periodo vacacional. Sin embargo, sólo 15.800 de los 250.000 miembros del colectivo han sido inscritos, hasta junio (el 6% del total). Los autónomos denuncian que los interesados no reclaman sus derechos por miedo a no ser contratados. Y aseguran que muchas empresas prescinden de quienes lo hacen.

"Nos ha tocado defender una figura con más derechos en el peor momento del mercado de trabajo", se lamenta Sebastián Reyna, presidente de UPTA, una de las mayores asociaciones de autónomos. "De un lado, las empresas no están colaborando, pero por otra parte los autónomos dependientes tienen mucho miedo de hacer la propuesta por miedo a que la consecuencia sea el no reconocimiento", explica.

Registrar el contrato permite regular la jornada laboral o los días de vacaciones

La normativa, aprobada en marzo de 2009, invita a todos los nuevos trades a registrar su acuerdo contractual. Para aquellos que ya estuvieran trabajando para un cliente determinado se estableció un límite de 90 días para normalizar su situación. El problema es que la ley no obliga, sino que recomienda, y que la responsabilidad recae sobre el interesado, que debe demandarlo, pero necesita del visto bueno de su cliente. "Es un contrato mercantil, no laboral, por lo que su validación depende de las dos partes", exponen desde el Ministerio de Trabajo. "El empresario puede negarse a registrar el contrato si considera que modifica las anteriores condiciones del acuerdo al que llegara con el autónomo dependiente", apuntan. Un contrato que podía ser oral.

La realidad es que muchos empresarios prefieren no formalizar determinados aspectos de su relación. El Estatuto da derecho a los autónomos dependientes a 18 días hábiles de vacaciones al año -no retribuidas-, y refleja su horario de trabajo. "Muchas de las negativas vienen por la posibilidad de cubrir al trade con una indemnización por la rescisión del contrato", relata Alberto Ara, responsable del colectivo en la asociación de autónomos ATA. "En el fondo es un error no incluir la relación en el registro. Da derechos al trabajador, pero también establece obligaciones ante el cliente. Lo único que hace es marcar las reglas del juego, dar una seguridad jurídica a las dos partes", añade.

Además, el desolador dato del registro, que apenas contiene a un 6% de todos los que existen en el país, se debe mayoritariamente a la ausencia de los dos grandes oficios del colectivo: transportistas y agentes de seguros. Ahora existe sobre ellos una moratoria para adaptar su situación hasta otoño, pero ni el Gobierno ni las asociaciones cuentan con que los contratos registrados aumenten. "Como iniciativa para proteger a estos emprendedores, ha sido un absoluto fracaso", valoran desde ATA.

Desde estas asociaciones reconocen que han llegado a desalentar a algunos de los emprendedores que iban a exigir sus derechos visto el número de casos en los que las empresas han prescindido de quienes lo hacían para contratar a otros que han dado por perdidos sus derechos.

Trabajo estudiará soluciones en septiembre

El problema que padecen los autónomos dependientes (trades) es bien conocido en el Ministerio de Trabajo. Desde la Dirección General de Economía Social, Autónomos y Responsabilidad Social Corporativa, responsabilidad de Juan José Barrera, alegan que están estudiando la situación. Sin embargo, aclaran que "por el momento" no tienen contemplado tomar ninguna medida concreta ante la falta de regularización de los trade en el registro correspondiente.Tampoco prevén que se vaya a ampliar más allá de septiembre el plazo de moratoria con el que cuentan los dos grandes grupos del colectivo, transportistas y agentes de seguros, para dar parte de sus contratos a la Administración. "Nos consta que los casos en los que el empresario se niega a reconocer a un autónomo dependiente están elevándose a los Tribunales", admiten desde el Ministerio. "En septiembre nos reuniremos con las asociaciones del colectivo para estudiar las causas que han llevado a esta situación".La Inspección de Trabajo, por su parte, tiene las manos atadas, dado que la relación contractual que se crea es de carácter mercantil, no laboral y no pueden actuar en estos casos aunque supongan una pérdida de derechos para estos trabajadores.

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