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Viswanathan Anand. Campeón del mundo de ajedrez

"Los errores son de cada país, las soluciones deben ser colectivas"

Entrevistas de verano Afirma que es posible ser feliz con menos recursos y que debemos rebajar el listón de los sueños

"Los errores son de cada país, las soluciones deben ser colectivas"
"Los errores son de cada país, las soluciones deben ser colectivas"CINCO DÍAS

Cuatro veces campeón del mundo, Viswanathan Anand es uno de los mayores genios que ha dado el ajedrez en más de 15 siglos. A pesar de que 40 años es una edad infrecuente en la cumbre del deporte mental, El Rápido de Madrás -le llaman así por su velocidad al ver jugadas geniales- acaba de renovar el título tras vencer en la final de Sofía al búlgaro Véselin Topálov en un duelo con dos millones de euros en premios. Cuando no viaja, este licenciado en Económicas vive en Collado Mediano (Madrid) con su esposa, Aruna.

La actual crisis mundial fue causada por los mercados y parece que ahora deben pagarla los ciudadanos. ¿Está de acuerdo?

Sí, pero con matices importantes. No pretendo defender a los culpables, pero hicieron lo que les permitimos. El sector financiero tiene demasiado peso, y eso hay que regularlo, en lugar de creer que somos genios cuando ganamos en la Bolsa y de buscar culpables cuando perdemos. Lo fundamental es la codicia ilimitada, que es consustancial al ser humano. Hay que imponer límites, como hicieron, por ejemplo, en Noruega, al destinar parte del superávit a crear un fondo de previsión.

¿Quién manda aquí: los Gobiernos o los mercados?

La esencia de la democracia es que no mande nadie, por el miedo de que alguien acumule demasiado poder. Quizá sea cierto que un sector del mercado tiene demasiado poder. En todo caso, las presiones sufridas por Grecia, o en menor medida por España, no se deben a una estrategia deliberada de todo el mercado, sino a la suma de las acciones que pequeñas partes del mercado emprenden al mismo tiempo, y ello perjudica a Grecia, España u otros países. El poder de los Gobiernos también es limitado: cuando alguien está obteniendo beneficios no perdonará al Gobierno que legisle para cortar esos dividendos. He leído que la crisis actual procede de una burbuja que empezó en 1997, pero si un Gobierno hubiera aplicado recortes drásticos en 1997, los electores le habrían castigado en 1998.

El presidente Zapatero propugnó que los recortes se hicieran de manera suave, pero luego se ha sentido obligado a hacer justo lo contrario.

Exacto, es que hoy las soluciones nacionales parecen ya imposibles; incluso es muy difícil evitar que las decisiones de otro país influyan en el tuyo, como ocurre, por ejemplo, en Europa con las que toma Alemania. Eso sí, los errores sí pueden cometerse a nivel nacional, pero las soluciones deben ser colectivas.

El mercado puede poner en peligro una economía en pocas horas, pero la Unión Europea tardó cuatro meses en ponerse de acuerdo para salvar a Grecia.

El problema no estuvo en que necesitasen cuatro meses para tomar una decisión, sino en que tardaron ese tiempo en darse cuenta de que los problemas de Grecia afectaban a todos. Los grandes avances en la tecnología siempre han causado problemas muy serios a lo largo de la historia, pero también puede verse que el mundo ha terminado adaptándose a ellos, aunque haya necesitado décadas. Lo que está claro es que debemos rebajar el nivel de nuestros sueños: ya no tiene sentido que todos pensemos en tener un coche de lujo y una casa enorme. Pero no pasa nada, la felicidad sigue siendo posible con mucho menos; de modo que sólo hace falta rebajar el listón de los sueños.

El 88% de las compañías financieras de la UE han recortado los sueldos y primas de sus altos directivos. ¿Le parece una medida correcta?

Totalmente. A veces nos parece que el mero hecho de que haya grandes movimientos de dinero ya significa progreso. Pero no es verdad. Lo que se debe premiar son operaciones cuyos efectos beneficiosos perduren al menos medio año, y no las puramente especulativas a plazo inmediato. Si transformamos los mercados financieros en un casino, debemos recordar que si los casinos pierden dinero, se cierran.

Ha citado usted a Rogoff, que fue gran maestro de ajedrez antes de ser una estrella de las finanzas. ¿Se hubiera evitado la crisis si los gobernantes razonasen como ajedrecistas?

Probablemente no. Está demostrado que quienes juegan al ajedrez desarrollan más la inteligencia para actuar mejor en otros campos; por ejemplo, en las matemáticas. Y ése es un poderoso argumento para recomendar a todos los directivos y gobernantes que lo practiquen. Ahora bien, el problema esencial de esta crisis no está en la inteligencia de los gobernantes, sino en su falta de coordinación para actuar. Es decir, ha sido una tragedia colectiva. Y no parece que el ajedrez pueda arreglar o evitar eso.

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