Sólo un 5% de los españoles considera buena la situación económica
Los españoles son los que tienen una peor opinión sobre la situación económica actual de entre los países más industrializados del mundo. A pesar de haber salido de la recesión, las elevadas cifras de paro provocan que sólo uno de cada veinte ciudadanos describa la situación económica como buena.
Los países más industrializados todavía luchan contra los embates de la crisis. Unas dificultades que influyen en los ánimos: sólo cuatro de cada diez personas (39%) describía la situación económica de su país como buena o muy buena en julio. Y de entre esas economías, España es la campeona en pesimismo, según una encuesta de la firma francesa de estudios de mercado Ipsos Public Affairs.
El estudio, que recoge la percepción de más de 18.000 personas de las 24 economías de mayor peso -que aglutinan tres cuartas partes del PIB mundial-, muestra que la mayor parte de los ciudadanos está preocupada por la coyuntura económica de su país. Con todo, la proporción de pesimistas se mantiene estable respecto al mes anterior. Una cuestión que refleja el desequilibrio entre el desánimo de los países desarrollados, donde aumenta la desconfianza, y las economías emergentes, que cada vez son más optimistas respecto a su situación.
Europa es la región que alberga mayor pesimismo del mundo, a pesar de que los datos de Eurostat de la semana pasada apuntaban que la actividad del viejo continente en el segundo trimestre no fue tan mala como se esperaba en un principio. Sin embargo, prácticamente ninguno de los países europeos encuestados experimentó una mejora en su percepción, a excepción de Suecia e Italia. Tan sólo el 24% de los europeos considera que su economía es buena o muy buena.
La crisis provoca desánimo entre los españoles. A juicio de Jorge Díaz-Cardiel, director corporativo de Ipsos, España lleva inmersa dos años en una debacle, lo que provoca que "la gente no vea la luz al final del túnel".
Y es que de los efectos de la crisis, lo que más preocupa es el empleo, explica el economista. La tasa de paro española, que alcanza el 20%, más del doble de la media de la Unión Europea y de la OCDE, es una de las razones principales por las que los españoles incrementaron su pesimismo en un 3% respecto al mes anterior. Porque, ¿qué ocurre cuando se tiene un desempleo tan alto? Díaz-Cardiel explica que en España la mitad de la población (48%) conoce a alguien de su entorno que ha perdido el empleo o tiene miedo a perderlo. A pesar de registrar dos trimestres seguidos con tasas de crecimiento positivas, "las personas no tienen en cuenta los datos macroeconómicos hasta que les afecta personalmente", añade.
Pero la preocupación no se ciñe sólo a la situación económica. Las decisiones del Gobierno también generan incertidumbre, según el economista. "Las medidas del Ejecutivo que hacen referencia al recorte del gasto tienen un impacto en la población", que lleva mucho tiempo aguantando una pésima situación económica. Y otras iniciativas como la reforma del mercado laboral "que se identifican con despedido más barato" generan "desazón", remachan desde Ipsos.
Un optimismo emergente
La crisis global ha puesto el mundo del revés. Mientras en EE UU y Europa cunde la desazón, en los llamados BRIC (Brasil, Rusia, India y China) el ritmo vertiginoso de crecimiento y las mejoras en las condiciones de vida de su población generan cierta "euforia", apunta Jorge Díaz-Cardiel. De hecho, los primeros puestos en el ranking de optimismo los ocupan India, China y Brasil. En EE UU, por el contrario, la valoración de su economía experimentó la mayor caída a pesar de que hace tres trimestres que salió de la recesión. El por qué hay que buscarlo en el elevado paro, según el economista. Una situación similar atraviesa Europa.En el lado opuesto, los países emergentes son los más optimistas, con América Latina a la cabeza entre las que más mejoró su percepción: un 4% respecto a mayo.
La cifra
3% es la caída de la valoración de los españoles sobre la situación económica en julio en relación con el mes anterior. La mayor tras EE UU.