China adelanta a Japón como segunda potencia económica mundial
Japón se queda a medio gas en la apretada carrera por ocupar el primer puesto en el ranking económico mundial. En el segundo trimestre, la actividad nipona creció a un anémico ritmo del 0,1%, un avance mucho más modesto del 1,1% registrado de enero a marzo. Este frenazo permite a China convertirse en la segunda economía del mundo en términos nominales, sólo superada por EE UU.
China continúa imparable su carrera por afianzarse entre las grandes economías mundiales. Después de un año catastrófico que la mayor parte de las potencias quisieran dejar atrás, el gigante asiático continúa creciendo a un ritmo vertiginoso. Una velocidad que le ha permitido sobrepasar a Japón como segunda economía mundial en el último trimestre: China registró un PIB nominal en primavera de 1,34 billones de dólares, por encima de los 1,29 billones de Japón, según dio a conocer ayer el Gobierno nipón. El siguiente paso ahora es asaltar el primer puesto: EE UU.
El dato debe tomarse con prudencia. En términos acumulados, durante el primer semestre del año la economía japonesa arrojó un balance aún superior al chino. El PIB anual sumó de enero a junio 5,07 billones frente a los 4,9 billones del gigante asiático. Asimismo, China todavía está en fase de desarrollo, como Ma Jiantang, director de la oficina estadística recordaba en enero. "Tenemos una gran población, una base económica débil, relativamente pocos recursos y una gran cantidad de personas pobres que aún están en una situación básica", resumió.
Con todo, de seguir con su trepidante crecimiento, los expertos prevén que China no hará más que marcar distancia con Japón. Con una tasa de crecimiento del PIB del 10,3% durante el segundo trimestre y la economía nipona expandiéndose a apenas un 2% "la brecha se ampliará", aseguró Shen Jianguang, economista de Mizuho Securities Asia Ltd. "No es probable que Japón recupere el segundo puesto, dado ese nivel de actividad en China". Una capacidad que en tan sólo una década podría alcanzar a EE UU, según PricewaterhouseCoopers, o en un horizonte temporal algo más lejano, en 2027, cuando el PIB roce los 14 billones de dólares, según Goldman Sachs.
'Annus horribilis' a la japonesa
La economía nipona lleva años luchando contra la deflación. Pero 2009 quedará en la memoria de los japoneses como un ejercicio especialmente negativo: la isla de 127 millones de habitantes registró el peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial con tasas negativas del 5,2% del PIB. Esta pérdida de impulso estuvo propiciada por el desplome del consumo privado -que supone hasta el 60% del PIB y que prácticamente no creció durante el segundo trimestre; y por las inversiones empresariales que tan sólo avanzaron un 0,5%.
A partir de septiembre, Japón se enfrenta al final de los incentivos a la compra de coches o electrodomésticos, lo que podría lastrar aún más los datos de consumo. Una ralentización de la actividad que tendrá un impacto en el desempleo: el FMI prevé que el paro alcance al 4,9% de la población activa. Una tasa escandalosa para Japón.
La fortaleza del yen perjudica al comercio nipón
Los expertos apuntan que Japón, que combate desde hace años el fantasma de la deflación, debe luchar contra la fortaleza del yen. La moneda nipona se encuentra en máximos de 15 años. Un registro que los economistas consideran perjudicial para la recuperación de la potencia industrial, basada en gran medida en su importante capacidad exportadora.En los últimos tres meses, el yen avanzó un 8% frente al dólar, amenazando seriamente el intercambio comercial de empresas niponas tan potentes como Honda Motor o Sony. Una cuestión sobre la que el primer ministro, Naoto Kan, y el gobernador del Banco de Japón, Masaaki Shirakawa, ya expresaron su preocupación. La deuda del Gobierno, que asciende a 10 billones de dólares -la mayor del mundo- podría forzar a la autoridad monetaria a que debilite la divisa."Si el yen se fortalece más, el Banco de Japón puede quedarse sin opciones", afirmó Yoshiki Shinke, economista jefe en Dai-Ichi Life Research Institute de Tokio. Por ello, los analistas no descartan "más apoyos fiscales del Ejecutivo".