¿Nos vamos a volver a mínimos?
Apenas una semana ha bastado para que vuelvan a ponerse de moda las previsiones apocalípticas. Baja la Bolsa y aparecen citas de Nouriel Roubini y Nassim Taleb a lo largo y ancho de internet. Serán aquellos espíritus animales de los que hablaba Keynes. Hace un par de semanas los expertos apuntaban que las Bolsas podían superar niveles técnicos con influencia a largo plazo y hoy se buscan los soportes. Y lo mismo si se habla de finanzas públicas, situación de la banca o perspectivas económicas.
La pregunta de si el mercado volverá a mínimos es pertinente, porque la recuperación económica es frágil en algunos países e inexistente en otros. La banca no está para muchas alegrías, y las finanzas públicas tampoco. En este sentido, una corrección moderada de los mercados está más que justificada si se tiene en cuenta la fuerte revalorización desde los niveles marcados en junio. Ha sido del 25% hasta la semana pasada. Los analistas técnicos anticipan un mercado lateral, no exento de violentas oscilaciones como la del miércoles.
Ahora bien, hay potenciales sorpresas. En el lado negativo, lo más preocupante sería una reedición otoñal de la angustia sobre la deuda pública que nos aguó la primavera. Algo que haría especial daño a España -banca incluida- y que no se descarta en este tórrido verano. Quedaría por ver, en ese caso, la respuesta desde Fráncfort, Berlín, Bruselas o París.
El mercado podría apuntar a piezas de más calado, EE UU o el Reino Unido. Pero la Fed, el mismo martes, y el BoE han dejado claras sus intenciones. Por eso España puede estar en el disparadero. Con todo, la referencia de junio es válida. Con la prima a 220 puntos y la confianza hundida, el Ibex no bajó de 8.500. Y la clave volvería a ser la misma; salvo un gran desarreglo político en Europa, el recorrido a la baja puede ser limitado, y comprar bonos españoles al 5% o Ibex a 8.500 no parecerá tan mal negocio.