El que siembra trigo, cosecha...

Los problemas con las cosechas de trigo, el cereal que está en la base de la cadena alimenticia, se multiplican en todo el mundo. En Canadá, Pakistán o la India, los cultivos mueren anegados bajo las lluvias. En África, un hongo -el Ug99- está haciendo estragos; por último, la terrible sequía que azota Rusia y las regiones limítrofes ha despertado a los mercados de materias primas, donde el precio del trigo ha subido un 70% en cuestión de días.

La sequía ha forzado al Kremlin a prohibir la exportación de grano hasta final de año, con el riesgo de que la medida sea imitada por otros Gobiernos del entorno. La suma de Rusia, Ucrania y Kazajistán representa el 26% de las exportaciones mundiales de trigo. En 2007, la escalada del precio de los futuros del cereal abrió la espita para una escalada global en los precios de todas las materias primas, que alcanzó su apoteosis mediado el año 2008.

Quizá termine subiendo el precio de la baguette o de la carne, pero no hace falta huir corriendo en dirección al supermercado para atesorar víveres. Dos factores permiten llamar a la calma: los inventarios de grano están en todo el mundo en niveles máximos y la presión de la demanda que alimentó la burbuja de 2008 se ha desvanecido.

Un gran riesgo es que los Gobiernos se entreguen al pánico y que proliferen las medidas proteccionistas, lo que tendría un altísimo potencial de desastar una escalada de los precios; el otro es que la coyuntura alimente la voracidad de los fondos de inversión y la demanda financiera presione los precios. Habrá que vigilar la cotización del maíz, sustituto del trigo. Las firmas de inversión tienen problemas para evaluar la situación. Los expertos de HSBC, por ejemplo, señalan que los consumidores de arroz no suelen consumir pan. Podríamos pensar que estamos salvados, pero no: "Los amantes del arroz tienden a ser aficionados a los tallarines, lo que dificulta el análisis", afirma la entidad... Siembra trigo y cosecharás tempestades.