El refugio del oro está a rebosar de inversores
El precio del metal crece con la debilidad de la renta fija soberana, pero también el riesgo de burbuja.
El repunte del precio del oro en el último trimestre, después de la ralentización de primeros de año, abre de nuevo el debate sobre si se está formando una burbuja alrededor de un activo que se ha convertido, seguido de cerca por el dólar, en el refugio más codiciado por los inversores, escarmentados de la renta fija soberana y de las divisas europeas.
Entre marzo de 2006 y enero de 2009, en la época de bonanza bursátil, la correlación entre el índice S&P y el precio del oro fue casi nula, mientras que desde esa fecha es bastante notable; a medida que el S&P sube, el oro también lo hace, lo que indica que pese a lamejoría de la Bolsa los inversores no terminan de fiarse. El informe de julio de S&P sobre fondos de inversión de distribución de activos señala que los gestores han elegido el oro tanto para protegerse de la inflación como para cubrir su cartera en tiempos de incertidumbre, pero que algunos se están replanteando su posición.
El oro se revalorizó en el segundo trimestre de 2010 un 11,5%, la mayor subida trimestral desde el primer trimestre de 2008. En ese periodo el S&P cayó el 11,9%. El 28 de junio el oro tocó el máximo en 1.261 dólares la onza, aunque en julio ha caído ligeramente hasta algo por encima de los 1.200 dólares. El avance se produce después de varios meses (a finales de 2009 y principios de 2010) de estancamiento, y lo ha hecho contra todas las monedas importantes, no sólo el dólar, según un informe de World Gold Council, la organización de la industria del metal. Frente al oro se ha revalorizado un 23,1%, frente a la libra esterlina un 13,2%, y frente al franco suizo un 14,3%. Las dudas sobre las finanzas de varios países europeos han llevado a los inversores a comprar dólares, pero también oro, señala el documento.
En cuanto a otras commodities más cíclicas que el oro, no han ganado tanto como se esperaba debido a que la recuperación en los países desarrollados ha sido más lenta de lo previsto. Por ejemplo metales industriales como el zinc, el níquel y el plomo cayeron más del 20% en el segundo trimestre. El petróleo perdió un 9,1%, mientras que las materias primas agrícolas terminaron prácticamente planas.
Sin embargo, según la encuesta de S&P entre gestores, algunos están reflexionando sobre su posición porque el metal está en niveles de máximos históricos. La agencia de calificación ha examinado la tendencia a partir de las carteras de gestores de fondos de asignación de activos que llevan años invirtiendo en oro.
Union Investment, por ejemplo, considera que la subida del precio no está apoyada por fundamentales sólidos, mientras que los analistas de LGT sí que los consideran atractivos, pero aconsejan de tomar beneficios en el sector de la minería de oro. Laurence Boyle, de WDB Assetmaster, piensa mantener su posición pero no comprar más. Y en Barings han decidido infraponderar ligeramente la commodity dorada, puesto que su comportamiento ha estado muy correlacionado con otros activos de riesgo. Losmás escépticos son los de Legal & General, que se mantienen fuera y consideran que podría tratarse de la nueva burbuja. "Si desaparecen los bajos tipos de interés y la abundante liquidez", señala el informe de S&P, el oro puede sufrir. También apuntan a indicadores técnicos que muestran que el oro está sobrecomprado.
La revalorización tiene un lado negativo, y es que la demanda de oro está sufriendo, aunque en el primer trimestre (en este caso los datos de la industria son más antiguos) la demanda se recuperó de forma importante, en comparación con los niveles extraordinariamente bajos de tiempos recientes. Los países no occidentales, además de Japón, han dirigido el crecimiento del mercado. India vivió la mayor recuperación, seguida de los Emiratos Árabes, Arabia Saudí, Hong Kong y Vietnam.
A medio plazo, países como China ofrecen grandes oportunidades para el oro; la cuota de demanda global creció en el gigante asiático del 5% en 2002, fecha de apertura del Shanghai Gold Exchange, al 11% en 2009. En el primer semestre del año el volumen de negocio ha crecido más de un 50%. Según informa Bloomberg, los analistas creen que China pretende que los bancos del país negocien más con agentes de otros continentes, para así reducir su dependencia del mercado de Shanghai.
Entre los productos en los que crece la demanda están las cuentas de ahorros en oro y las barras de oro. En el primer trimestre de este año se alcanzó el récord de 26,8 toneladas vendidas, y los datos de World Gold Council indican que el segundo trimestre hubo aún más demanda.
Un factor que está acrecentando el atractivo del metal es el intervencionismo del Gobierno asiático en el mercado inmobiliario, aumentando los tipos de interés y controlando las hipotecas, lo que convierte al oro en una manera de mantener el valor del patrimonio de forma segura. Los futuros del metal, un indicador del posible coletazo especulativo de la demanda, subieron también en el trimestre, de 20,8 millones de onzas a 29 millones. La volatilidad del oro aumentó, aunque en mucha menormedida que la del mercado en general. La volatilidad anualizada se mantiene en torno al 18%, por encima de su media histórica en 20 años, que es del 15,8%. Pero comparada con el índice VIX; que mide la volatilidad futura a partir de una amplia lista de opciones del S&P, que cotizó en el trimestre en el 26,4%.