AENA recurre al arbitraje para forzar un acuerdo con los controladores
AENA, con el respaldo de Fomento, abogó el viernes por recurrir a un arbitraje independiente para forzar un acuerdo con los controladores y solventar los dos últimos escollos de la negociación: sueldos y jornada laboral. Al cierre de esta edición, las negociaciones proseguían.
El Gobierno quiso poner fin el viernes a la incertidumbre generada por los controladores en el sector turístico y entre los ciudadanos con su amenaza de huelga. Y para ello, puso sobre la mesa un elemento de presión con la intención de forzar un acuerdo: el recurso a un arbitraje independiente para resolver el conflicto.
La propuesta la lanzó el viernes al mediodía el presidente de AENA, Juan Ignacio Lema. "Si no hay un acuerdo hoy mismo en la mesa de negociación, aceptaríamos someter el conflicto a un arbitraje independiente", avanzó. Una propuesta que tendría que ser aceptada voluntariamente por los controladores y que supondría renunciar a la huelga.
A media tarde fue la secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, la que compareció en el Ministerio de Fomento para respaldar la oferta de Lema aunque precisó que "el tiempo no debe ser una limitación" para tratar de conseguir un acuerdo que saliera de la propia mesa de negociación.
Las principales asociaciones de aerolíneas y la Mesa del Turismo hicieron un llamamiento a los controladores para que aceptaran la oferta de AENA y renunciaran a la huelga.
Sin embargo, el secretario de comunicación del sindicato USCA y miembro de la mesa negociadora, César Cabo, se mostró contrario de entrada a esta propuesta y aclaró que su intención es apurar las conversaciones al máximo. "Nosotros seguimos negociando .... Con el anuncio de un posible arbitraje lo que tratan es de justificar un laudo obligatorio, que es lo que vienen buscando desde hace tiempo", explicó a este diario.
Puntos de conflicto
Al cierre de esta edición, las partes seguían adelante con las conversaciones. Los dos puntos principales que dificultaban el acuerdo eran los relativos a la jornada laboral y a la retribución, explicó Lema en su comparecencia. Según desveló, los controladores estaban dispuestos a aceptar la retribución media de 200.000 euros anuales que les garantiza la entidad. Sin embargo, reclamaban una reducción de la jornada anual máxima de las 1.670 horas previstas en la actualidad hasta las 1.450 horas en 2013.
AENA no se oponía a esta propuesta siempre y cuando se redujera la retribución de manera proporcional, la productividad se mantuviera y se diseñara un periodo transitorio de adaptación que permitiera ampliar la plantilla de controladores. De no ser así, la propuesta de USCA impediría a AENA cumplir con sus objetivos de rebajar la tarifas un 15% y eliminar su déficit en 2013.
Otro de los puntos donde se atascaron las negociaciones fue en los llamados servicios exprés, de obligado cumplimiento para garantizar las necesidades de operación aérea en caso de que no se cumplan hasta un 15% de las guardias previstas. En este caso, según AENA, los controladores rechazaron un modelo de turnos que garantizaba a los trabajadores nueve meses sin servicios exprés.
La jornada de negociaciones, sin embargo, se inició con posiciones muy cercanas en siete de las doce reivindicaciones planteadas por los controladores. Así, por ejemplo, AENA se ofreció a encargar una auditoría sobre la carga de trabajo que soportan los centros elaborada por organismo internacionales como OACI o Eurocontrol. También se mostró dispuesta a aplicar el reciente decreto que regula los tiempos de actividad y descanso de los controladores en los plazos marcados por la norma y con participación sindical.
En cuanto a los controladores mayores de 57 años y sin funciones operativas, la propuesta pasaba por mantener la categoría a instructores y supervisores e incluir al resto en otra de nueva creación (técnico ATC).
Blanco no se reúne
Los controladores cumplieron su anuncio y pidieron el viernes por carta una reunión con el ministro José Blanco para poder explicarle "de forma directa" su situación. El titular de Fomento también cumplió el guión previsto y rechazó mantener el encuentro.