Alquileres presos de las hipotecas
Crece la oferta de pisos para arrendar ante las dificultades para vender
Desde que estalló la burbuja inmobiliaria, las distintas administraciones públicas y numerosos organismos privados han querido ver en el alquiler una de las soluciones al maltrecho mercado inmobiliario español. No les falta razón cuando aseguran que si España hubiese contado con un parque de casas en régimen de arrendamiento parejo a los niveles europeos (del orden del 40% del total cuando el español apenas alcanza el 13%), la crisis actual hubiera tenido otra magnitud. Pues bien, hasta que se logren esos objetivos, lo cierto es que en la actualidad el sector inmobiliario se caracteriza por un ajuste de precios que acumula una depreciación del 11,2% desde los máximos de comienzos de 2008, unas ventas que se recuperan suavemente y una actividad constructora bajomínimos.
Caseros a la fuerza
Y lo que más preocupa: un ingente stock que el Banco de España acaba de cifrar entre las 750.000 y 1,1 millones de viviendas vacías sin utilizar. ¿Cuál sería la solución idónea para tal volumen de casas? En opinión del Gobierno, que buena parte de ellas acabe siendo alquilada. Los expertos consideran que es una buena opción, que además contribuiría a dotar de más equilibrio al mercado, pero aseguran que aún quedan reformas por hacer para lograrlo.
"Si no seguimos avanzando por la vía de ofrecer más seguridad jurídica a los propietarios, no conseguiremos que éstos pongan sus casas en alquiler", explica Gustavo Rossi, presidente de la empresa privada de intermediación Alquiler Seguro.
Aún así, lo brusco del ajuste inmobiliario en España ha cogido desprevenidos a miles de compradores de casas que en el momento de adquirirlas lo hicieron pensando en un bien como inversión, dada la fuerte revalorización que registraban los inmuebles cada año (de hasta un 18%). El problema es que para pagarlas, la mayoría tuvo que endeudarse. "Ahora, ante la imposibilidad de vender, acuden al mercado del alquiler y fijan la renta a pagar en función de su cuota hipotecaria", reconoce Rossi.
Son los denominados caseros a la fuerza que, no obstante, ven en el arrendamiento una vía de negocio rentable, dada la actual situación. Pero es que también la cuota hipotecaria se convierte en la referencia para los potenciales inquilinos. "Evidentemente, los arrendatarios no quieren pagar por su alquilermás de lo que lo harían por una vivienda similar en propiedad", aseguran desde Alquiler Seguro. Y no hay que olvidar que la crisis ha propiciado casos de ciudadanos que se han convertido en caseros e inquilinos a la vez. Se trata de personas que pormotivos de trabajo se han visto obligados a abandonar su domicilio habitual y ahora residen como inquilinos, por lo que ponen su primera vivienda en alquiler.
Ante un mercado en plena efervescencia, los expertos reclamanmás agilidad en los desahucios para que los particulares cuenten con la seguridad de poder recuperar su casa de forma eficaz ymás incentivos para las empresas que profesionalicen el sector.
La morosidad repunta un 16% y y deja una deuda de 8.182 euros
El último estudio sobre la morosidad en los arrendamientos de vivienda revela que la crisis disparó en el primer trimestre de este año un 16,8% anual el número de impagos, según el Fichero de Inquilinos Morosos (FIM). Se trata del aumento más elevado de la serie, iniciada en 2007, y, según los autores del informe, está motivado por las crecientes dificultades de las familias para hacer frente al pago de las rentas, como consecuencia del repunte del paro y la difícil situación económica. De promedio, los arrendatarios dejaron una deuda pendiente de 8.182 euros, cifra que se eleva a 14.967 euros en el caso de Madrid.