"El Gobierno debe estimular la inversión en empresas con futuro"
La biotecnológica acaba de estrenarse en el MAB con una oferta dirigida a particulares.
Neuron es una compañía de biotecnología asentada en Granada que ha decidido salir al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) para captar recursos y financiar sus proyectos tanto en el área farmacológica como industrial, que son las dos divisiones de negocio de la empresa. Acaba de conseguir dos patentes, una para el tratamiento del alzhéimer, y otra relacionada con el combustible biodiésel. El presidente de Neuron, Fernando Valdivieso, catedrático de Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid, está exultante con los logros conseguidos y se muestra confiado en el éxito que tendrán sus estudios en curso.
¿Por qué decidieron hacer una oferta para particulares?
Queríamos estar en el Mercado Alternativo Bursátil para poder hacer una ampliación cuando fuese necesario, y para dar liquidez a los accionistas. Nos daba la impresión de que tener pequeños accionistas nos daría estabilidad y seguridad para el futuro. No son especuladores y han entrado en la compañía con pequeñas cantidades de dinero invertidas.
¿Cuál es el perfil del accionista que ha acudido a la oferta?
Son inversores que han querido acompañar a la empresa en su desarrollo. La labor de Renta 4, asesor registrado y entidad colocadora, ha sido fundamental, pero también la de la propia empresa, que ha vendido acciones entre sus familiares; padres e hijos han comprado acciones. Ha sido una oferta a pequeña escala. Institucionales hay pocos.
¿Qué vocación de permanencia tienen los principales accionistas?
Absoluta. Los fundadores consideramos que es nuestra empresa, pero el resto piensa igual. Todos los investigadores han adquirido títulos, sin que se les regale nada, al igual que todos los directivos.
¿Qué supone salir a Bolsa en un momento tan complicado?
En el pasado mes de octubre estudiamos las alternativas de financiación que había y dedicamos un tiempo a reflexionar sobre todas ellas: ampliaciones de capital, préstamos bancarios, inversión de capital riesgo y el MAB. Al final vimos que ésta última era una de las mejores, pero pasado el tiempo me da la impresión de que es casi la única. El MAB es un instrumento para poder obtener la financiación necesaria para el crecimiento de la empresa, pero el Gobierno tiene que dar facilidades al igual que lo han hecho en otros países, con el fin de que el pequeño inversor invierta en proyectos de futuro, como son las biotecnológicas. Aquí durante mucho tiempo se ha estimulado, de manera equivocada, la inversión inmobiliaria. Es tan sencillo como motivar a las empresas y dar beneficios a los particulares con incentivos fiscales. El Gobierno no tiene por qué hacer modelos nuevos, debe estimular a que se hagan.
Una vez que Neuron se ha convertido en empresa cotizada, ¿cuál es su horizonte a corto plazo?
Desde el punto de vista de la división de biofarma, nuestro objetivo es colocar lo antes posible algún fármaco en el mercado de los neuroprotectores. Y desde el industrial, que seguramente tendrá un desarrollo más rápido, queremos poner en industria el biodiésel, cuya patente ya tenemos confirmada, o los bioplásticos, que está teniendo muchísimas aplicaciones de alto valor añadido.
¿En 2008 se firmó un contrato con Sos Cuétara, que en 2009 proporcionó más del 60% de las ventas. ¿En qué consiste este contrato y qué duración tiene?
Fundamentalmente consiste en la utilización de subproductos de su industria para la producción particular de biodiésel y de otros productos. Está en vigor y está dando muy buenos resultados. Ahora tenemos el deseo de ampliar el número de grandes clientes. Actualmente tenemos un programa amplio de desarrollo de proyectos con Repsol.
En el área bioindustrial, ¿en qué están centrados ahora mismo?
Se están desarrollando bioaceites, aceites para el biodiésel y también para alimentación, con Omega 3, y también bioplásticos. Creo que esta última es la línea con más potencial y que estamos buscando aplicaciones que no las pueden hacer otros, porque nosotros estamos en mejores condiciones. Tenemos el desarrollo de nuestras propias moléculas.
¿Y en la división biofarma?
Estamos desarrollando un fármaco neuroprotector para prevenir y curar el alzhéimer, que tendrá que pasar una serie de ensayos previos. Nos encontramos a punto de entrar en la fase preclínica regulatoria, y prevemos estar en ensayos clínicos en el próximo ejercicio.
¿Cuándo está previsto el reparto de dividendos?
Este año admitimos repartir dividendos en el momento en que lo apruebe el consejo. Es previsible que esto ocurra cuando esté consolidada la empresa, porque ahora estamos creciendo. Seguimos echando leña al fuego y nuestro deseo es llegar a un éxito en alguno de los proyectos que tenemos en desarrollo.
¿Cuánto valdrá Neuron dentro de un año?
Creo que valdrá más porque no es una compañía estática, sino que está en fase de expansión, de crecimiento Presumiblemente, como seguimos incorporando nuevos proyectos y van siendo cada vez más avanzados, con toda probabilidad estamos creciendo en valor. Lo que nosotros queremos es ocuparnos del valor real de la empresa y que esto se refleje en la Bolsa. Normalmente, cuando pequeñas compañías biotecnológicas tienen un éxito suben en escala. Nosotros tenemos ahora mismo una cartera de seis moléculas. Si el ensayo sale positivo, el valor de la empresa se puede multiplicar por dos dígitos.
"Un equipo como la cantera del Barça"
La sencillez y la cercanía rodean la vida de Fernando Valdivieso, presidente de Neuron. Es su política, y así lo describe cuando habla del equipo de investigadores que le acompañarán en su aventura. "No queremos estrellas como en el Real Madrid que puedan perjudicar la relación del equipo. Nuestros trabajadores son como la cantera del Barça", comenta.Al cierre de 2009, la biotecnológica contaba con una plantilla de únicamente 32 trabajadores. De éstos, 11 eran considerados "técnicos y profesionales científicos", un número que, casualmente, se equipara a los jugadores de un equipo de fútbol.Neuron señala en el folleto informativo para su incorporación en el Mercado Alternativo que "el progresivo desarrollo de las empresas españolas de biotecnología podría tentar al personal de la sociedad". Según la empresa, de las 81 entidades del sector que existían a finales de 2000 se ha pasado a las 275 en 2008. "La adquisición de propiedad intelectual prometedora se vuelve más onerosa y la atracción del interés de potenciales licenciados, nacionales e internacionales, más difícil", según la entidad.