"El Vallès será el polo del sur de Europa en nanotecnología"
Cremas solares, recubrimientos, tejidos inteligentes, diagnósticos médicos avanzados, baterías para el coche eléctrico. Cataluña opta a convertirse en una zona europea puntera en investigación básica por primera vez en los últimos años. Las infraestructuras públicas están listas.
Cremas solares, recubrimientos, tejidos inteligentes, diagnósticos médicos avanzados, baterías para el coche eléctrico. Cataluña opta a convertirse en una zona europea puntera en investigación básica por primera vez en los últimos años. Las infraestructuras públicas están listas
La instalación del sincrotrón (acelerador de partículas para la descomposición de materiales) en la zona del Vallès ubicada entre Sant Cugat y Cerdanyola y los centros de investigación cercanos a la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), en Bellaterra, permitirán formar el polo europeo en nanotecnología para el sur de Europa y el Mediterráneo. Jordi Marquet es consciente del potencial de futuro de esta tecnología.
¿Qué es la nanotecnología?
Intenta conseguir materiales más eficientes con menos espacio. Desde pinturas a tejidos para trasplantes. Los componentes son más pequeños. Por ejemplo, un sistema de casas sostenibles que captan energía solar a través de un tipo de pinturas que la transmiten al aire circulante para la calefacción del edificio. Esto puede parecer una tontería, pero los componentes de esa pintura inciden en la eficiencia de la captación de la energía. Si se utiliza una pintura normal sus partículas son grandes. Si cada vez son más pequeñas, se genera más superficie. Como el intercambio de energía se produce por la superficie, cuanto más reducidas sean las partículas se transmite más energía.
Entonces, hay muchas empresas interesadas en esta tecnología...
Henkel, Basf y Fiat participaron en el congreso Gennesys de hace mes y medio. La nanotecnología es transversal e implica a muchos sectores. Como se trabaja a un nivel de molécula, lo que supone que en un cabello existen 200.000 nanómetros, se necesita física, química, matemáticas, computación e ingeniería. Y esto supone que existen multitud de aplicaciones: cremas solares; tejidos inteligentes; la bicicleta y el coche eléctrico, etc. Los prototipos de automóvil eléctrico tienen baterías enormes. Hay que reducir los componentes. Una batería está compuesta de celdas que generan energía para mover un coche. Cuanto más reducidas sean, más se podrán poner. Otro ejemplo: un disco duro externo de un ordenador tiene actualmente una capacidad enorme de almacenaje de un terabyte, cuando antes era de 80 gigas. Esto se ha conseguido con elementos que almacenan la información más pequeños.
¿Hemos llegado tarde a este tipo de tecnología, o estamos a tiempo?
Las Administraciones han hecho un trabajo correcto para situarnos en primera división en los próximos años. Se han efectuado todas las inversiones en tecnología, y la pieza clave de todo el sistema es el sincrotrón Alba, que estará operativo a principios del año próximo.
Pero existen más sincrotrones en Europa...
Desde hace 50 años. Alemania tiene tres. Pero el nuestro es de tercera generación. Los primeros eran pequeños y producían una luz con una energía baja. No sé si hemos llegado tarde, pero es el único que se ha levantado en el sur de Europa por debajo de la línea de Grenoble y Trieste. En Grecia, Italia y España no había ninguno. Por tanto, cubre una ámbito importante.
¿Entonces, Barcelona se puede convertir en un polo de excelencia en nanotecnología?
La UE está pensando en una concentración de esfuerzos, en crear una serie de polos de excelencia coordinados, donde se dispone de la I+D y las herramientas necesarias. Grenoble y Hamburgo podrían ser dos de ellos. Desde Barcelona, en el entorno del Vallès, podemos ser el polo del Mediterráneo.
Estrategia. "Las pymes deben ir acompañadas por la Administración"
Para Jordi Marquet, "tanto el Gobierno central como la Generalitat han realizado una estrategia que no sé si dará buenos resultados, pero que creo que es muy atractiva. Las pymes tienen un problema de tamaño, con un nivel bajo en innovación. Por lo tanto deben ir acompañadas por la Administración. Hay que conseguir también que las pymes trabajen arrastradas por grandes empresas". En este sentido, el director del Parque de Investigación de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) señala que los proyectos que se han puesto en marcha han desarrollado este modelo, con grandes compañías, como Carburos Metálicos (del grupo norteamericano Air Products), Repsol, Telefónica o Seat, que lideran los consorcios. "Además, los centros públicos de investigación deben tener un 25% del proyecto, que suelen tener un coste elevado, de casi 30 millones de euros en algunos casos". Marquet también valoró "un sistema similar impulsado por la Generalitat denominada Nuclis. Es más modesto, pero incluso puede dar más resultado porque es más flexible".Preguntado sobre si no se han instalado demasiados parques científicos en los últimos años en Cataluña, Marquet remarca que "en Cataluña se ha hecho un gran esfuerzo hacia la innovación en los últimos años. Pero es cierto que ahora hay más de 40 centros de I+D de la Generalitat. Yo no sé si todos están haciendo el trabajo para el que fueron creados y tienen el nivel que deberían tener. En Lérida se hizo una inversión enorme en un parque científico. No sabemos qué se ha hecho allí. Lo que es verdad es que la inversión en investigación es sólo el 1,4% del PIB, y estamos luchando contra países como Corea del Sur que destina el 4%".
I+D. "El avance biomédico será lento"
El primer congreso de Gennesys reunió a finales de mayo a los científicos y técnicos más relevantes en nanotecnología. Ahora estudia la fórmula para promocionar su actividad en Europa, convirtiéndose en un foro permanente de notables.
¿Qué futuro le espera a esta tecnología en el campo biomédico? Parece que las aplicaciones en otros sectores son más cercanas.Efectivamente, el avance de la nanotecnología en la biomedicina será lento, tardará unos años, más que nada porque las prestaciones tienen que ser muy probadas. Hoy tenemos aplicaciones en este campo externas al organismo, especialmente sistemas de diagnosis que se pueden miniaturizar. Pero el futuro pasa por poner estos sistemas dentro del cuerpo. Esto exige pasar unos test muy exigentes. Pero vale la pena, porque los avances pueden ser muy importantes. Se podría detectar la alteración de alguna proteína ligada al desarrollo de un cáncer.
¿Qué evolución tendrá Gennesys, el primer congreso de nanotecnología celebrado en mayo que trató sobre sus retos de investigación?Lo estamos pensando. El congreso de Barcelona fue el primero, y ahora estudiamos cómo darle continuidad. Creo que tendría que tener una estructura de influencia para pensar las estructuras necesarias a nivel europeo. Gennesys podría convertirse en un subgrupo dedicado a la nanotecnología dentro del Foro Estratégico Europeo sobre Infraestructuras de Investigación (Esfri), teniendo en cuenta que en el fondo competimos con Japón o Estados Unidos.