Entre el cielo y el Apocalipsis
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, en su testimonio semestral frente al Comité Bancario del Senado, subrayó el "escenario inusualmente incierto" de la economía. Pues bien, si existe incertidumbre sobre la economía, en las Bolsas no sabría cómo llamarlo. Antes de la crisis, los analistas y gestores, si tenían que dar una proyección sobre los índices bursátiles apenas se desviaban un entre un 15% o un 20% sobre lo que hacía un índice a seis o doce meses vista. Ahora, la escala de grises se difumina entre un negro muy oscuro, apocalíptico, y un blanco nuclear, casi celestial.
Llevo años siguiendo a gestores americanos y lo que está sucediendo ahora es tan alucinante, que provocó que hace un mes, más o menos, anotara diariamente los titulares, si todos estamos observando lo mismo en las pantallas ¿cómo es que las conclusiones pueden ser diametralmente opuestas? Aquí comparto algunas de las que he recogido: Robert Prechter (Elliot Wave International): "Veo el suelo de mercado en el 2016, el Dow Jones podría ir a los 1.000-3.000 puntos"; Laszlo Birinyi (Birinyi Associates): "Invierte, es como 1982"; Barton Biggs (Traxis Partners): "Esto es como en los años 30"; Bill Nygren (Oakmark Select Funds): "Las acciones podrían doblar de precio en cinco años."; John Hussman (Hussman Investment Trust): "El S&P cotiza un 40% por encima las normas históricas"; Bill Miller (Legg Mason): "Las empresas de gran capitalización presentan una oportunidad única en la vida, la última vez que estuvieron tan baratas en relación a los bonos fue en 1951"; Richard Russel (Dow Theory Letters): "Veo el Dow Jones testeando, y posiblemente rompiendo el nivel de 6.547"... Nadie sabe qué pasará. Ahora bien, desde el punto de vista de la teoría del sentimiento contrario, podríamos asistir a años de movimiento lateral de amplios rangos sin ver los extremos anteriores.
Ricard Torrella. Consejero delegado de Gesinter