CAM cede a las presiones y aprueba su fusión con Cajastur
A la segunda fue la vencida. Caja Mediterráneo (CAM) aprobó sin pegas el contrato de fusión con Cajastur. Las consecuencias de no seguir con el acuerdo han pesado sobre el consejo.
El consejo de administración de Caja Mediterráneo (CAM) dio el visto bueno ayer al contrato de fusión a través de un sistema institucional de protección (SIP) con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria. Era la segunda vez que la cúpula de CAM se reunía para dar el visto bueno al acuerdo, después de que al primer intento fuera rechazado el contrato en los términos en que se había redactado y presentado al Banco de España.
Las diferencias entre CAM y Cajastur se centraban en el poder del futuro consejero delegado, que por el contrato corresponde al presidente de Cajastur. Una parte del consejo de CAM empezó a movilizarse cuando comprobó sobre el papel los poderes que se le otorgaban a Manuel Menéndez y la complejidad se revocarlos. El sistema de mayorías reforzadas acordado entre las cajas para decisiones clave afectaba también a la posibilidad de cambiar al máximo responsable del grupo, lo que, en resumen, implicaba que si Cajastur no quería, no había cambio en la dirección ejecutiva del nuevo banco.
El pasado 15 de julio se reunieron los consejos de administración de las cuatro cajas y todos aprobaron el texto tal cual se había presentado al Banco de España con la excepción de CAM. La caja que preside Modesto Crespo rechazó los artículos vinculados a los poderes del consejero delegado, lo que en la práctica, era una negativa a la totalidad del contrato.
A lo largo de la semana pasada, y después de una llamada al orden por parte del Banco de España, algunos consejeros de CAM empezaron a cambiar de opinión ante la posibilidad de una intervención si no aceptaban el pacto. Cajastur, que ha mantenido su postura firme de que la caja más solvente era la que debía llevar el peso de la gestión y que el consejero delegado no debía estar expuesto a vaivenes en el consejo de administración, también aceptó relajar su posición, sin variar en el fondo.
Tras una semana de infarto y más de tres horas de reunión del consejo, CAM aceptó la fusión. Ahora, la próxima prueba de fuego para el acuerdo serán las asambleas de septiembre, cuando se ratificará la fusión. En el entorno de la caja de Alicante se considera que en estos momentos no está garantizada la mayoría suficiente.
La tercera caja
El SIP formado por Caja Mediterráneo, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria dará lugar al tercer grupo financiero de cajas de España y el quinto grupo del sector financiero español, con unos activos de 135.000 millones de euros y un volumen de negocio en torno a 160.000 millones de euros.
En el banco que se creará en común, CAM y Cajastur tendrán cada una un 40% del capital, mientras que Extremadura y Cantabria se repartirán el 20% restante. La gestión del SIP estará en manos del actual presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, que será el consejero delegado. La presidencia de la nueva entidad será para el presidente de CAM, Modesto Crespo.
En las pruebas de resistencia hechas públicas la semana pasada por el Banco de España, la fusión de las cuatro cajas aprobaba el escenario más adverso, con los 1.493 millones del FROB comprometidos y los 3.775 del Fondo de Garantía de Depósitos por la intervenida CCM, el grupo logra un Tier 1 del 7,8%.
Reunión del presidente de BBK con Griñán
Mario Fernández, presidente de BBK, tuvo ayer los primeros contactos oficiales con las autoridades andaluzas, después de que el Banco de España adjudicara Cajasur a la entidad vasca. Fernández fue recibido por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, en una reunión en la que estuvo presente el consejero de Economía de la Junta, Antonio Ávila.En una comparecencia pública posterior al encuentro, Fernández trasladó varios mensajes. El primero fue la confirmación de que habrá un "necesario" ajuste de plantilla en la entidad cordobesa (que tiene uno de las ratios más elevadas de empleados por sucursal del sector). El presidente de BBK no concretó el número de bajas, habló de un "impacto limitado", a la espera del inicio de las negociaciones con los sindicatos. Los sindicatos, no obstante, sitúan el recorte en 900 personas, sobre una plantilla de más de 3.000 trabajadores.Otra de las ideas trasladas por Fernández en Sevilla es que la obra social de Cajasur dé un giro en su estrategia, pero siempre manteniendo el centro de decisión en Córdoba. En este ámbito sólo adelantó algunas ideas, como las apuestas por la inclusión social, los microcréditos, la juventud y la cultura. La Iglesia, ex responsable de Cajasur, no participará en la dirección de estos planes.El presidente de BBK también garantizó el mantenimiento de la marca Cajasur, incluso la entidad vasca identificará con la misma a sus 31 oficinas en Andalucía. El mismo cambio de rótulo se aplicará a sus sucursales en Extremadura. Mario Fernández aseguró que BBK mantendrá las peculiaridades de Cajasur para convertirla en "una de las cajas más importantes de Andalucía", en base al modelo de gestión que ha consolidado a la entidad vasca como una de las más solventes del sector financiero.
Las cifras
9,2% millones se destinaron en este semestre a provisiones. La morosidad se situó en el 4,6% y la cobertura en el 81%.103,5 es el nivel del Tier 1 que presenta CAM en el primer semestre, 0,2 puntos mejor que en 2009.495 millones de beneficio neto registró CAM hasta junio, un 18,6% menos.