"El modelo de fundaciones en España no resiste la crisis"
La nueva fundación prevé poner las bases de un instituto hispano-luso con sede en Zamora. "Además, nos abriremos a los temas de la salud", dice Sánchez Lambás
La fusión de las fundaciones José Ortega y Gasset y Gregorio Marañón supone, según Sánchez Lambás, una "vía novedosa" para otras, "ya que los recursos son limitados".
¿Por qué la fusión?
Hay dos razones: una es histórica, relacionada con la propia personalidad de los dos personajes. La otra razón es objetiva. El modelo del tercer sector en España no resiste esta crisis, sino que necesitará procesos de integración. Existe un problema tremendo con los personalismos en este sector que hay que empezar a desterrar. Las fundaciones que yo llamo onomásticas no tienen sentido. Es importante para preservar la memoria de grandes personajes valiosos, que son eso, un buen ejemplo. Hay que proyectarlos al futuro, pero no con altares donde se les pone incienso. Por eso hemos podido hacer la integración aquí. Son dos grandes personalidades, pero no hay una cultura patrimonialista.
¿Esta fusión es, pues, un espejo?
Abre una vía relativamente novedosa. Casi todas las fusiones anteriores en España han estado marcadas por problemas económicos. Pero esto hay que hacerlo, además, porque hay que ganar tamaño. En el ámbito de la Unión Europea no podrán sobrevivir muchas. Los recursos son limitados.
¿Qué aporta la integración?
Hay un área muy fuerte en temas de gobierno, administración y políticas económicas y nunca habíamos llegado a uno de los pilares del estado de bienestar como es la salud. Era una forma de encontrar sinergias entre ambos campos con el nombre de Marañón.
¿Cómo influirá en el Instituto Universitario de Investigación?
Mucho, porque estos institutos o son de una alta especialización o de transversalidad. Introduciremos estos factores en torno a las ciencias de la salud. Por ejemplo, en el doctorado sobre gobierno, administración y políticas públicas puede haber algo sobre gestión o política sanitaria. En uno o dos años vamos a tener una oferta, además de una investigación sobre la obra de Marañón.
¿Qué aportan hoy los legados de Ortega y Marañón?
Las palabras de Ortega sobre la regeneración de España siguen vigentes -se pueden compartir o no- . Cada tomo de las obras completas cuesta 50 euros y de algunos de ellos se han vendido más de 20.000 ejemplares, tanto en España como en Iberoamérica. Mientras haya un respaldo de la sociedad, seguiremos con nuestra labor.
¿Qué proyectos hay?
Crear una escuela doctoral, transformar los programas al proceso de Bolonia y poner las bases de un nuevo instituto hispano-luso, que mire las relaciones de España y Portugal con Europa y América. Esto lo queremos radicar en Zamora. Estamos terminando de acreditarnos ante las autoridades argentinas para poder emitir allí títulos oficiales. Por último, en septiembre saldrá el décimo y último tomo de las obras completas de Ortega y Gasset. Como novedad incorpora un índice de conceptos. Esto, y los inéditos, es la mayor revolución del mundo orteguiano.
"Existen textos inéditos de Marañón"
El director general de la fundación cree "firmemente" que existen inéditos de Marañón. "Un estudio profundo puede dar sorpresas".
¿Qué espera de la investigación sobre Marañón?
Creo firmemente que hay inéditos. Algunos textos y trabajos pueden aflorar al hacer la investigación. Igual que se ha encontrado alguna pintura que se ha exhibido en la exposición de la Biblioteca Nacional y que trasladamos ahora a Toledo. Un estudio más exhaustivo y profundo del legado de Marañón puede dar sorpresas. Por ejemplo, de Ortega encontramos inéditos en un museo en Buenos Aires, donde llegaba el agua hasta las rodillas. Se habían publicado en periódicos argentinos y en España no se habían registrado.
¿Qué papel quiere desempeñar la nueva fundación a partir de ahora?
Seguir siendo un lugar de referencia, encuentro y de convivencia de todas las sensibilidades y tendencias. Esa es la labor urgente que tenemos. Quienes dejan la política se incorporan a actividades académicas y docentes en la casa y, muchas veces, cuando hay un cambio político, sale gente, pero lo importante es que unos y otros convivan cómodamente aquí. Queremos que sea un lugar que facilite el encuentro y el diálogo. Ortega no se puede abanderar ni por la izquierda ni por la derecha. Y la cultura liberal de Marañón nos dice que debemos ser tolerantes.