Los test de estrés, un arma de doble filo
UBS prevé que los bonos sufran sea cual sea el resultado
La mayor confianza reciente sobre España se ha reflejado con claridad en el mercado de bonos. La expectativa generada por los resultados de los test de estrés a la banca ha impulsado las compras de deuda española, una tendencia que ha propiciado una fuerte caída (-27%) de la prima de riesgo del país desde los máximos de junio. Los expertos de UBS temen, no obstante, nuevos focos de tensión en el mercado de deuda independientemente del veredicto que deparen mañana las esperadas pruebas de solvencia a la banca europea.
"Después del fuerte rebote de los bonos españoles en las últimas dos semanas y dada la escasa probabilidad de que el mercado reciba una conclusión clara de los resultados de los test de estrés, hay probabilidad de decepción ante casi cualquier escenario", argumentan desde la entidad.
En otras palabras, el mercado reaccionará mal tanto si los test de estrés muestran que las necesidades de capitalización del sector son muy bajas o muy altas. ¿Por qué?
En opinión de UBS en caso de que la prueba revelara que los bancos españoles necesitaran un cifra demasiado baja, entre 15.000 y 20.000 millones de euros, el mercado reaccionaría mal al entender que los supuestos de riesgos utilizados en la prueba no eran creíbles. Esto provocaría, por tanto, que el mercado cuestionara la capacidad y determinación de las autoridades europeas para afrontar los problemas del sector bancario, lo que en su opinión desataría otra oleada de aversión al riesgo y el rechazo hacia los bonos de países periféricos.
"España se ha convertido en el foco de la crisis de deuda soberana fundamentalmente por la incertidumbre sobre el tamaño de la deuda privada afectada. Si esta incertidumbre no la resuelven los test de estrés, al menos parcialmente, el riesgo está en que el mercado asuma que el tamaño de los créditos dudosos es mucho mayor a lo temido", explican desde la firma.
El resultado contrario, sin embargo, también acentuaría el nerviosismo del mercado, según UBS. En caso de que se mostrara que los bancos necesitan entre 50.000 y 60.000 millones de euros, entonces los inversores empezarían a preocuparse por la capacidad del Estado a la hora de asumir la financiación de parte de esa cantidad. Por ello, conseguir financiación adicional en el mercado sin que aumentaran en exceso los tipos de interés se complicaría para el Tesoro.
La reacción del mercado a un escenario intermedio, un resultado que implicara necesidades de capital superiores a los 20.000 millones pero inferiores a 40.000, resulta más difícil de predecir para UBS. "En nuestra opinión, lo que mirará el mercado es si se produce un aumento significativo del acceso de la banca española a los mercados de capitales en un periodo de tiempo reducido. Pero los inversores probablemente también se sentirán decepcionado ante los resultados. Las líneas de crédito se reabren mucho más despacio de lo que se cierran y una vez se abran de nuevo, lo más probable es que cada banco tenga acceso a financiación cuando haya recibido la recapitalización necesaria", añade.
La buena acogida que tuvo en el mercado esta semana la colocación de cédulas de BBVA es un síntoma positivo. La cuestión está en ver si la ventana de liquidez dura. "Los test de estrés son un arma de doble filo. A la mínima que se detecte cualquier problema puede cambiar el tono del mercado", añade Noelle Cajigas, responsable de mercado de capitales de BNP Paribas.
La expectativa es tan alta que muchos expertos reconocen que las posibilidades de decepción también lo son pero entretanto la prima de riesgo de España sigue a la baja y ayer cayó hasta los 167,5 puntos básicos.