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Cameron viaja a EE UU

BP se plantea un nuevo método para sellar el pozo averiado

La petrolera BP, responsable del vertido de crudo en el golfo de México, se plantea un nuevo método para sellar el pozo averiado, según informó hoy su vicepresidente, Kent Wells.

En una rueda de prensa telefónica, Wells indicó que se plantea la posibilidad de inyectar lodo pesado en la boca del pozo desde la superficie marina. Ese método se estudiará a lo largo de los próximos dos días, tras lo cual la empresa británica tomará una decisión. La compañía ya había probado a inyectar una mezcla de cemento y lodo pesado para sellar el pozo, sin éxito, en mayo, y éste sería un procedimiento similar.

La diferencia, explicó Wells, es que ahora BP cuenta con una campana de contención sobre el pozo que por el momento lo mantiene cerrado y que permitiría a los equipos inyectar la mezcla a baja presión y baja velocidad, con mayores probabilidades de éxito.

El almirante de la Guardia Costera Thad Allen, coordinador federal de la lucha contra el derrame, aludió hoy en una rueda de prensa a esta posibilidad, si bien insistió en que la prioridad debe ser la perforación de un pozo auxiliar, considerado la solución definitiva al vertido.

En la actualidad, BP mantiene la campana de contención en periodo de pruebas, que han quedado prorrogadas 24 horas más para determinar si unas fugas detectadas cerca del pozo representan una amenaza.

Allen y BP protagonizaron el domingo un tenso intercambio que culminó con una carta en la que el almirante exigía a la multinacional petrolera extremar las precauciones y la vigilancia tras haberse detectado una fuga a tres kilómetros de la cabeza del pozo. Allen descartó hoy que la fuga situada a tres kilómetros de la cabeza del pozo Macondo tenga que ver con el manantial.

El almirante se refirió a otras dos fugas adicionales, una a unos cuantos metros de la cabeza del pozo y la tercera en el propio sistema de taponado, aunque dijo creer que ninguna de ellas representa una "amenaza" ni es sintomática de problemas serios. BP ha indicado que el escape podría tratarse de nitrógeno, algo que asegura es "común".

Por lo demás, Allen insistió en que los ingenieros de BP y los científicos del Gobierno analizan de cerca los niveles de presión en el pozo, que son inferiores a lo previsto. Allen mencionó que eso puede obedecer o bien al relativo agotamiento del petróleo en el pozo, que empezó a escupir crudo al Golfo de México tras la explosión el 20 de abril de la plataforma operada por BP.

La segunda posibilidad es que exista una fuga bajo el suelo marino debido a problemas en la estructura del pozo a raíz de la explosión de la plataforma.

Cuando se cumplen 91 días del accidente en la plataforma de BP, la principal preocupación de la Casa Blanca es que la estructura subterránea del pozo esté dañada y que el crudo se filtre a través de las rocas y acabe fluyendo en múltiples puntos del suelo marino.

A pesar de esos temores, Allen dijo hoy que la presión en el pozo "sigue aumentando de forma gradual cada hora". Desde el 20 de abril y hasta el jueves de la semana pasada el manantial ha expulsado entre 35.000 y 60.000 barriles de petróleo a las aguas del Golfo al día y provocado la mayor catástrofe ecológica en la historia del país.

Cameron visita EE UU

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, visita hoy martes Estados Unidos por primera vez desde que ocupa el cargo de 'premier' con la esperanza de fortalecer una incipiente amistad con el presidente estadounidense, Barack Obama, aunque la visita puede verse ensombrecida por las preocupaciones estadounidenses sobre la petrolera británica BP.

El papel de la compañía BP en el vertido de petróleo en el golfo de México y la especulación sobre la posible influencia que el gigante petrolífero pudiera haber tenido en la liberación -el año pasado- del terrorista Abdel Basset al Megrahi -condenado por el atentado con bomba contra un avión de pasajeros estadounidense que causó la muerte de 270 personas en 1988-, ha complicado las relaciones de cara a las conversaciones de esta semana.

La oficina de Cameron ha intentado minimizar las preocupaciones, alegando que el debate estadounidense sobre el libio, que fue liberado en agosto de 2009 por motivos humanitarios, ya que padece un cáncer, puede "surgir" pero no es "una de las cuestiones principales".

Al ser preguntado en una entrevista con la BBC si la compañía BP presionó para conseguir la liberación del libio, Cameron replicó no saber lo que sucedió. "No tengo ni idea de lo que hizo BP. No soy responsable de BP", aseguró.

Por su parte, la compañía británica admitió la semana pasada haber presionado en 2007 ante el Gobierno británico para que trasladase a Al Megrahi a Libia pero aseguró que no estaba implicada en ninguna conversación que implicase la liberación del terrorista.

El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, aseguró la semana pasada que no hay pruebas de que BP esté implicada en dicha liberación o que la decisión de liberarlo se hiciera para facilitar acuerdos petrolíferos para la compañía.

El primer ministro británico señaló que, como líder de la oposición, en su momento pensó que la liberación de Al Megrahi fue "total y absolutamente errónea". Añadió igualmente que fue condenado por "ser el mayor asesino de masas en la historia británica". "No vi ningún motivo para liberarlo de prisión y dije esto hace un año, hace un año cuando se nos dijo a todos que sólo tenía dos meses de vida", prosiguió, en referencia a que Al Megrahi continúa vivo.

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