Siete brókeres cierran desde marzo, un 40% más que en todo 2009
Siete brókeres españoles se han dado de baja en menos de cinco meses, mientras que en todo el año pasado cerraron cinco. Directivos del sector señalan que el ajuste continuará en los próximos meses, a menos que el volumen de negocio se recupere con fuerza.
La Bolsa española rompió todos los récords de negociación en 2007, con 1,7 billones de euros de volumen. El dinero se redujo fuertemente en los dos años siguientes ante el desarrollo de la crisis, y a cierre del pasado ejercicio se situó en apenas 0,9 billones.
Las cuentas de los brókeres -sociedades de valores, agencias y gestoras de carteras- se han resentido. Su beneficio neto agregado de 2007 a 2009 se ha reducido más de la mitad (de 631 a 267 millones de euros). Y aunque en el primer semestre de 2010 el volumen negociado en la Bolsa española se ha recuperado un 25,3%, no ha sido suficiente para que comience la remontada de los resultados de los intermediarios. Entre enero y abril, ganaron un 15,7% menos y, hasta marzo, 37 de los 106 brókeres registrados perdieron dinero.
En algunos casos no basta con los recortes de gastos y plantillas. Algunos brókeres ha recurrido a ampliaciones de capital para mantenerse a flote o incluso han aprovechado la situación para crecer, como Lombard Odier y Capital at Work. Otros han optado por tirar la toalla y abandonar el mercado. Según los anuncios publicados en el BOE en 2010, así lo han hecho siete desde el pasado marzo, cuando la CNMV intervino la agencia de valores Sebroker, ahora en concurso de acreedores.
Mientras, en todo 2009, el número de bajas ascendió a cinco, según el informe anual del supervisor, que añade que las ratios de solvencia del sector "siguen siendo elevadas, pese a que en 2009 se redujeron ligeramente ...". La CNMV señala, no obstante, que seis entidades finalizaron el ejercicio con déficits de recursos propios y que éstas son "objeto de un seguimiento específico por parte del supervisor para que ... diseñen planes de viabilidad para erradicar esta situación lo antes posible".
Supervivencia
Los directivos consultados coinciden en que, si la situación no mejora en cuanto a las cifras de volúmenes, continuará el goteo de bajas. "Serán más cierres que fusiones o compras. La supervivencia dependerá de la estructura de costes que tengan", señala el director financiero de una sociedad de valores española.
"Sigue habiendo compañías muy pequeñas que necesitan un mínimo volumen de negocio para poder sobrevivir en esta coyuntura. Su situación se ha complicado, además, con la gran cantidad de requisitos regulatorios que se solicitan. Es muy probable que haya más cierres", señala Jesús Sánchez Quiñones, director general de Renta 4.
Entre las que han optado por darse de baja aparecen las agencias de valores Market For Treasury Securities Spain; Sarasin Alen -filial del suizo Bank Sarasin-, que perdió 1,65 millones de euros antes de impuestos el año pasado; Tactical Global Advisory -que estaba participada en un 51% por Caja Castilla La Mancha (CCM) y que registró unas pérdidas de 1,09 millones de euros el año pasado- y Harcourt Investment (-0,52 millones de euros).
También se ha dado de baja la sociedad de valores General de Valores y Cambios - antigua GVC-, con el objetivo de que, a partir de ahora, sea otra sociedad, GVC Gaesco Valores, la encargada de realizar las transacciones del grupo. Igualmente, Amundi Iberia -antes Crédit Agricole AM Fondos-, absorbió la agencia de valores Credit Agricole AM Distribución.
A pesar de las siete bajas, incluyendo Sebroker -que ha traspasado su cartera a Riva y García- el número de empresas de servicios de inversión se sitúa en 106, según los registros de la CNMV. A finales de 2009, el número de entidades era de 109, de manera que en 2010 cuatro se han dado de alta.
Crecen las exigencias regulatorias
La entrada en vigor de la directiva Mifid supuso un brusco aumento de las obligaciones por parte de las empresas de servicios de inversión. También se elevaron, por lo tanto, los gastos. La crisis ha llevado a la CNMV a un control más estrecho de estas entidades, después de los problemas de Gaesco, conocidos en noviembre de 2007, o de Sebroker, el pasado marzo.Así, en el primer trimestre de este año se desnudaron ante el supervisor y le entregaron un informe de autoevaluación en el que miden sus fuerzas en situaciones adversas. El objetivo del organismo presidido por Julio Segura es que cada bróker fije su nivel de fondos propios en función de las actividades que desarrolla.Por si fuera poco, a finales del pasado junio concluyó el periodo de audiencia pública del borrador de la circular de información reservada. Según el documento preliminar, las entidades tendrán que informar a la CNMV sobre el número y la tipología de clientes, los ingresos percibidos por la prestación de servicios de inversión, las reclamaciones y la comunicación de comunicaciones sospechosas, entre otras cosas.