"Los transgénicos están destruyendo el campo"
Este sociólogo fundó en 1986 el movimiento slow food, una alternativa a la industria agroalimentaria que promueve la agricultura local bajo valores sostenibles, como respuesta a la pérdida de empleos en el campo y a la homogeneización de la alimentación. The Guardian lo considera uno de los 50 hombres con ideas para salvar el planeta.
El movimiento slow food quiere ser una garantía para salvaguardar el empleo agrícola. ¿Peligra?
En Italia nunca habíamos vivido un momento de crisis agrícola como éste. No existen precedentes similares desde la posguerra. Los pequeños y medianos productores se ven estrangulados por la distribución, que cada vez les paga menos por su trabajo. Los precios son bajísimos, tanto que casi todas las empresas se ven obligadas a producir en pérdidas. En los países del norte de Europa, el porcentaje de empleo agrícola es el más bajo del mundo. En los países mediterráneos es algo más elevado, si puede decirse que un 4% de la población activa es un índice alto, pero también en estos países se está llegando al desastre final.
Si esto no cambia, perderemos las mejores agriculturas europeas, con sus productos tradicionales y la biodiversidad que mantienen viva.
¿Qué opina de los transgénicos?
Con independencia de si son buenos o malos para la salud, son la cabeza visible de la agricultura que rechazamos, basada en el cultivo intensivo de los terrenos, en el monocultivo y a gran escala. Es la agricultura que ha destruido toda la biodiversidad, alejando a los agricultores del campo y empeorando nuestros alimentos. No creo en el cuento de que salvarán al mundo del hambre, porque representan un modelo y a un grupo de empresas que nunca han hecho nada por los más débiles. Estos sujetos trabajan para su propio beneficio y lo harán siempre.
Muchos agricultores en España empiezan a vender directamente al consumidor. ¿Es una tendencia al alza?
Sin duda. En 2009, dos de cada tres consumidores compraron al menos una vez directamente al productor. Slow Food estimula esta tendencia con la creación de Mercados de la Tierra, una red de agricultores que producen alimentos buenos, limpios y justos.