Moody's rebaja la nota de la deuda de Portugal por su debilidad económica
Las tensiones en el mercado de la deuda siguen cebándose con los países europeos con peores perspectivas económicas. Si hace un par de semanas, Moody's puso en vigilancia negativa la nota de la deuda española, anticipando un posible recorte, ayer le tocó el turno a Portugal, que vio rebajada en dos escalones la calificación.
De este modo, Moody's se convierte en la última agencia que baja la calificación a Portugal, tras los aprobados por Fitch y Standard & Poor's en abril y marzo, respectivamente. El déficit portugués se elevó al 9,4% del PIB en 2009 y eso obligó al Gobierno, al igual que al griego y al español, a endurecer el plan de ajuste, con recortes del gasto, subida del IVA o el aumento de la presión fiscal para aquellos que cobren más de 150.000 euros al año, a los que se les gravará con un tipo del 45%.
El recorte de la calificación decidido por Moody's, el primero de esa agencia en doce años, sitúa a Portugal como el segundo país con la nota más baja de la UE, junto a Eslovaquia y Malta. La agencia lo justificó por la debilidad de la situación financiera portuguesa a medio plazo.
"Las perspectivas de crecimiento de la economía lusa probablemente seguirán siendo débiles, a no ser que las recientes reformas estructurales tengan efecto a medio y largo plazo", advirtió la agencia, quién considera que el endeudamiento continuará empeorando "por lo menos durante dos o tres años" y que el porcentaje de deuda pública podría llegar al 90% del PIB.
Pese a ello, Moody's mantuvo la perspectiva estable a medio plazo, lo que reduce las posibilidades de una nueva rebaja de la calificación. Este gesto fue interpretado por el Ejecutivo luso como una señal de confianza ante los planes de ajuste presentados.
Nuevo gestor de las cuentas de Obama
Barack Obama nombró ayer a Jack Lew, como nuevo director de la Oficina Presupuestaria de la Casa Blanca. Lew, de 54 años, reemplaza a Peter Orszag, quien anunció su partida hace unas semanas. El nuevo responsable de las cuentas del Estado llega directamente del gabinete de Hillary Clinton en la Secretaría de Estado y tiene experiencia en este puesto ya que fue el director de la misma oficina con Bill Clinton. Entonces, este hombre con inquietudes sociales, dejó un presupuesto con un superavit de 237.000 millones. Ahora tiene que lidiar con 1,5 billones en déficit.