La consolidación del sector financiero, en marcha
Aunque acabó el plazo para acogerse al FROB, el proceso no está cerrado
El pasado 30 de junio tendría que haber sido una fecha definitiva para la reestructuración del sector de las cajas de ahorros en España. Fue la fecha fijada por la institución que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez para dar por finalizado el plazo de aplicación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), un instrumento dirigido a financiar la consolidación de este sector en España.
Sin embargo, el cierre del FROB crea incertidumbre sobre algunos procesos de integración que aún permanecen abiertos, como el de la cajas de ahorros andaluzas. De hecho, el día anterior al cierre del plazo el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, consiguió hacerse con el apoyo de las principales fuerzas políticas de la región para favorecer la integración de las dos cajas andaluzas de mayor tamaño, Cajasol y Unicaja. De las 6.738 oficinas bancarias que existen en Andalucía, Unicaja cuenta con 953 sucursales y Cajasol cuenta con 736 locales, según los datos aportados por las propias cajas de ahorros.
El 7 de julio Cajasol firmó el inicio de los análisis y estudios para suscribir un futuro protocolo de intenciones, base para la integración de ambas entidades. Comenzaron los trámites para comprobar si es factible una fusión entre las dos cajas y crear una gran institución financiera andaluza, el viejo sueño del Gobierno regional.
Unicaja y Cajasol han presentado ofertas por Cajasur
Por un lado, Cajasol es el resultado de la unión en 2007 de El Monte de Sevilla y Huelva con Caja San Fernando. A esta entidad se sumó en mayo de este año Caja Guadalajara, que aportó a la entidad 73 oficinas, 325 trabajadores, 120 millones de euros en recursos propios y 1.900 millones de euros en activos. Tras la absorción, Cajasol cuenta con 32.900 millones de euros en activos y 3.020 millones de euros en recursos propios. Tiene 809 oficinas y y 5.045 trabajadores.
Por su parte, Unicaja se fusionó con Caja de Jaén en mayo de este año, también en el marco del proceso de consolidación del sector que se ha producido desde la puesta en marcha del FROB. En este caso, la caja resultante posee un patrimonio neto cercano a los 3.000 millones de euros y unos activos totales de 35.155 millones de euros.
Fuera de la eventual gran caja andaluza quedará Caja de Granada. Esta firma se haya inmersa en otro proceso de integración en un sistema institucional de protección (SIP) o fusión fría con Caja Murcia, Caixa Penedès y Sa Nostra, que ya ha sido aprobado por el Banco de España. En principio, el plan de integración entre estas cuatro entidades prevé la suscripción, por valor de 915 millones de euros, de participaciones preferentes convertibles en títulos de capital por parte del FROB.
Uno de los principales retos de una gran caja andaluza, sería la puja por los activos de Cajasur, entidad que fue recientemente intervenida por el Banco de España ante sus dificultades financieras. Seis entidades (Unicaja, Cajasol, BBVA, BBK, Banco Sabadell y Banca Cívica) han remitido al organismo supervisor sus propuestas y contarán con más opciones aquellas entidades que menos dinero pidan al fondo de rescate. Unicaja y Cajasol han presentado ofertas independientes por la entidad cordobesa pero ambas colaborarán en el caso de que alguna obtenga Cajasur.
Andalucía ha sido una de las comunidades protagonistas en el baile de fusiones entre las cajas, en especial en lo que se refiere al papel del poder político en las actividades de gestión de estas entidades. El pasado 24 de junio el Parlamento regional llegó a un acuerdo para que, a partir de este momento, los cargos políticos locales queden fuera de los consejos de administración de las cajas de ahorro, una decisión que parece estar destinada a profesionalizar su gestión.