El riesgo de pérdida de empleo lleva a ahorrar un 30% más
Los hogares españoles más expuestos al riesgo de perder su empleo ahorran un 30% más que los que no temen por su trabajo. Esa es la principal conclusión a la que ha llegado el Banco de España, en su estudio sobre los efectos de la estabilidad laboral sobre el ahorro y la riqueza de los hogares españoles.
La caída del valor de la riqueza, el endurecimiento de las condiciones de acceso al crédito o la disminución de la renta laboral son algunos de los factores que han podido contribuir al notable incremento de la tasa de ahorro de los hogares españoles registrado desde el último trimestre de 2008. Pero sin duda, la percepción de la estabilidad laboral es el motivo que más pesa en las decisiones de gasto de los españoles.
La dualidad contractual existente en el mercado de trabajo español hace que coexistan grupos de trabajadores con riesgo de pérdida de empleo muy diferente, según el tipo de contrato (temporal o indefinido) al que estén sometidos. La incertidumbre que en la renta futura esperada genera un contrato temporal frente a uno indefinido hace que los españoles sujetos al primer tipo de contrato pospongan su consumo en el tiempo, realizando así un ahorro que está en torno al 30% de la renta laboral por motivo precaución. A esta conclusión llega el Banco de España tras analizar los efectos que la introducción de ayudas públicas para favorecer la conversión de contratos temporales a indefinidos tiene sobre el patrón consumo-ahorro en los hogares. Así, los que pasan de estar en un puesto temporal a uno indefinido tienden a aumentar la propensión al consumo en detrimento del ahorro. Los datos que han sido utilizados para elaborar el informe pertenecen a la última Encuesta Financiera de las Familias realizada entre los años 2002 y 2005.
Los efectos de la crisis
Durante los años 2009 y 2010 se han firmado aproximadamente diez veces más contratos temporales que indefinidos, según el Ministerio de Trabajo. Este hecho explica, junto al inicio de la crisis y la masiva destrucción de empleo, según el informe del Banco de España, una tasa de ahorro que no ha dejado de crecer desde el último trimestre de 2008 y que ha logrado situarse en máximos históricos. Actualmente, la tasa de ahorro alcanza un 18,4% de su renta disponible. Esto implica que los españoles no consumen un euro de cada cinco ganados.
Sin embargo, si tenemos en cuenta el nivel de riqueza y renta, los resultados anteriores se ven suavizados. Así, las familias con menos ingresos y con contratos temporales sólo ahorrarían un 10% más que aquellos hogares en la misma situación económica pero con contratos indefinidos. Según el organismo supervisor, esto se debe a que la respuesta al riesgo de los hogares más pobres parece ser menos elevada que la del resto de la población.
El estudio explica también que el consumo futuro de las familias cuyos miembros perceptores de renta están más expuestos a perder el empleo tenderá a mostrar tasas de crecimiento más acusadas al cambiar de tipo de contrato (de temporal a fijo) que los hogares con una baja probabilidad hacerlo, cuyas pautas de consumo y ahorro serán más estables en el tiempo. El Banco de España considera también que para suavizar la respuesta del consumo a los cambios de renta, los hogares mantienen activos financieros (bonos, acciones, Letras del Tesoro, etc.) que les puedan permitir mantener el nivel de gasto cuando un miembro del hogar se queda en desempleo y, por el contrario, aumentan su tenencia de estos activos cuando se produce una transición desde el desempleo hacia el empleo.
Reforma laboral
Uno de los objetivos de la reforma laboral que acaba de entrar en vigor es terminar con la alta tasa de temporalidad, penalizando los contratos temporales con una mayor indemnización de la que existía hasta ahora. La reforma está pendiente del trámite parlamentario.