Un nuevo papel para los mercados
Una de las muchas paradojas de esta crisis financiera global es que los mercados financieros van a salir muy reforzados de ella y deberán jugar un papel dominante en el futuro. Lo cierto es que los mercados de capitales han sido ya importantes para evitar que el pinchazo de la burbuja de crédito se haya transformado en una Gran Depresión. Durante los momentos de turbulencia que siguieron a la quiebra de Lehman Brothers en el otoño de 2008 los mercados organizados mantuvieron en todo momento la liquidez, y evidenciaron que la transparencia es esencial para resolver los problemas. A partir de marzo de 2009 fue la recuperación de las Bolsas y de los mercados de crédito la que permitió salir de la espiral negativa de desconfianza.
Pero los mercados deben jugar un papel aún mayor en el proceso de desapalancamiento y una vez éste finalice, en la recuperación económica global. Para ello, hace falta más mercado y no menos. Hace falta reforzar la transparencia y eliminar las zonas opacas, el sistema financiero en la sombra, que incluye a segmentos OTC y plataformas paralelas, que ya generaron riesgos sistémicos y que podrían volver a provocarlos.
En el nuevo escenario de una economía normalizada, el desapalancamiento de los balances bancarios y las mayores exigencias de capital van a determinar un menor volumen de crédito disponible, y los mercados van a tener que suplirlo facilitando vías de financiación a las empresas y los Gobiernos. Cada vez más las Bolsas discriminarán entre las empresas y Gobiernos que acrediten una gestión correcta, a los que se dará financiación, y aquellas otras que no estén haciendo bien sus deberes, a las que se negará financiación. Los mercados de capitales están llamados a jugar un papel central en la canalización de recursos financieros hacia proyectos de inversión.
Juan Carlos Ureta. Presidente de IEAF y de Renta 4