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Pymes&I+D+i

Cómo salvarse de los malos pagadores

Más de 135.000 empresas han dejado de cumplir con sus obligaciones de pago en los cinco primeros meses de 2010. Algunas compañías especializadas ayudan a detectar a los morosos

Cómo salvarse de los malos pagadores
Cómo salvarse de los malos pagadoresThinkstock

La crisis ha hecho aún más evidente la importancia de conocer qué clientes son solventes y cuáles tienen un alto riesgo de impago, ya que pueden elevar las cifras de morosidad de las empresas, hacerlas caer en falta de liquidez y, a medio plazo, incluso en situación de insolvencia.

Este hecho, unido a la dificultad de conseguir financiación, es una de las principales causas de quiebra de las compañías españolas desde que comenzó el deterioro de la economía. Por ello, tanto saber con quién se trabaja como valorar el riesgo en el que se incurre es determinante para la supervivencia de cualquier compañía.

En los cinco primeros meses de este año, más de 135.000 empresas han dejado de cumplir con sus obligaciones de pago, un incremento del 13,2% respecto al mismo periodo de 2009. Estos datos suponen que en torno al 10% del parque empresarial español tiene pendiente algún procedimiento por morosidad, según Axesor, compañía especializada en la prestación de servicios de información empresarial para la toma de decisiones de riesgo, prospección comercial y desarrollo de negocio. Es un porcentaje bastante alto, señala Guillermo Cabot, responsable de la unidad de servicios de riesgo de Axesor. "Cuando la economía funciona bien, lo normal es que el índice no supere el 3% o el 4%, como era antes de la crisis".

La crisis empuja a las empresas a mirar con lupa qué clientes son solventes y cuáles tienen un alto riesgo de morosidad

Hay una cierta correlación entre tamaño y morosidad, según Cabot. "Las grandes empresas tienen más capacidad para alargar plazos, con lo cual pagan peor en el sentido de que dilatan más los tiempos. Pero entre las pymes, aunque tienen periodos para cumplir con sus obligaciones bastante más cortos, el índice de probabilidad de impago es mayor. Son las pymes las que están incrementando más la morosidad".

A pesar de que la mayoría de las empresas suele tener en cuenta el riesgo que asume a la hora de tomar decisiones comerciales, el grado de vulnerabilidad que añade la coyuntura económica puede llevarlas a perder el pulso al riesgo de impago en el que están incurriendo. "Uno de los errores más habituales consiste en comprobar el nivel de riesgo de los clientes potenciales únicamente en el momento de incorporarlos a la cartera o, si ya es cliente, revisar su situación muy de vez en cuando. Es habitual también que muchas compañías se confíen, presumiendo de antemano conocer la situación económico-financiera de sus clientes y no incorporando medios suficientes para minimizar los riesgos", dice Guillermo Cabot.

Para ayudar a prevenir la morosidad, Axesor presta a sus más de 120.000 clientes, entre los que se encuentran el 85% de las empresas del Ibex 35 y también muchas pymes, servicios de información empresarial fundamental para la toma de decisiones que impliquen riesgo. "Elaboramos un rating a partir de un conjunto de variables. Nuestros indicadores se basan en los estados financieros de la empresa analizada y en su evolución económico financiera actual y de los últimos años. Nos fijamos en unos ratios principales de solvencia y de liquidez, que están muy relacionados con la capacidad de atender obligaciones de pago en el corto y medio plazo", asegura Cabot, para quien la información financiera es muy relevante, pero no la única. "Nosotros, por ejemplo, también tenemos un indicador de actividad. Medimos con una serie de reglas cuál es el índice de actividad que tiene esa compañía. También procesamos absolutamente todos los actos mercantiles que se publican en España, algunos muy sensibles al riesgo, como pueden ser las variaciones en el capital social. Reducir el capital social o presentar determinados actos en el registro mercantil tiene una incidencia muy importante sobre el nivel de riesgo que está atravesando la empresa analizada". Lógicamente, señalan desde Axesor, las incidencias judiciales tienen mucha importancia. Cualquier solicitud de pago que reclame la Administración pública es un indicador determinante, porque pone de manifiesto que la empresa puede estar atravesando dificultades para afrontar sus compromisos de pago.

Otra variable a considerar tiene que ver con las vinculaciones: qué empresas hay detrás, quienes son sus accionistas o qué órganos sociales participan en otras entidades al tiempo que en la investigada.

Tratar la información disponible acerca de una entidad y plasmarla en diferentes informes para facilitar su comprensión y ayudar a las empresas en sus decisiones de negocio requiere una labor de análisis en profundidad, "aunque también hay mucho de intuición, por supuesto, siempre partiendo de la información disponible", afirma Guillermo Cabot.

En la "coctelera" para detectar riesgos, además de la información externa también es conveniente incorporar la propia información que la empresa tiene sobre su cliente: su histórico de pagos, si ha cumplido razonablemente bien las fechas, qué tipo de pedidos ha hecho, cuáles está haciendo en la actualidad, si está cambiando condiciones, etcétera.

Pero ¿puede haber sorpresas a pesar de todo? "Puede haberlas, lo importante es minimizar los riesgos. Nunca se puede decir que sea posible controlar al 100% procesos de riesgo de cualquier tipo. Ahora bien, si la empresa tiene bien montados los protocolos de gestión del riesgo, dispone de un buen suministrador de información externa, cuenta con buenos profesionales..., sin duda tiene muchas menos posibilidades de llevarse sorpresas desagradables", subraya Cabot.

Por regiones, las sociedades ubicadas en las comunidades de Madrid y Navarra y en Ceuta y Melilla son las que han experimentado un mayor deterioro en el cumplimiento con los pagos en los primeros cuatro meses del año, con incrementos del 32,4%, el 28,6% y el 25,4%, respectivamente, en relación al mismo periodo de 2009. También lideran el ranking de procedimientos por impago presentados contra sus empresas. En el lado opuesto se encuentra Extremadura, donde se ha reducido un 14,7%.

Considerando la evolución reciente de la morosidad empresarial en España, Guillermo Cabot no cree que la tendencia cambie durante 2010. "Es difícil pronosticar si a final de año empezará a corregirse. Prevemos que, a corto plazo, el índice va a seguir bastante alto, incluso no es descartable que pueda subir un poco".

Siempre es mejor prevenir que curar

Para ayudar a las empresas a evitar malos pagadores, Axesor ha desarrollado Monitoriza, una solución de alerta permanente que informa de cualquier novedad que se produzca en la situación de los clientes que forman parte de la cartera a vigilar. Es una herramienta que realiza una monitorización sistemática de las principales variables que influyen en el riesgo de impago, al detectar las alteraciones que se produzcan en lo referente a información mercantil; cambios en vinculaciones societarias; incidencias judiciales; cambios financieros; novedades en la información investigada, etcétera.En caso de detectar alguna variación significativa, el sistema envía una notificación electrónica en tiempo real al usuario. "De esta forma, las empresas podrán estar al corriente, de manera continua, de todos los cambios que se produzcan y que afecten a la variación del riesgo de su cartera de clientes. Además, Monitoriza está diseñado para ser parametrizado en función de necesidades y las políticas de gestión del riesgo de los usuarios", dicen en Axesor.Su gran capacidad de filtrado también permite visualizar únicamente la información relevante para la empresa y realizar análisis pormenorizados de distintos factores de riesgo. "Es una herramienta que se adapta muy bien a las pymes", asegura el responsable de los servicios de riesgo de Axesor, Guillermo Cabot.

5 pasos contra los morosos

Sortear a los morosos es posible si se tiene el conocimiento adecuado. Axesor ofrece las claves para obtener ese conocimiento, sintetizadas en cinco pasos.1Determinar si la compañía opera con un nivel de riesgo aceptable.2Investigar los riesgos a los que está sometido el sector en el que se opera.3Valorar y limitar el riesgo de la cartera de clientes.4Monitorizar las variaciones en los factores de riesgo de los clientes.5Establecer una política de créditos y un manual de procedimiento.

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