Italia "empeoró" sus cuentas públicas en 2009
Italia "empeoró" el saldo y la dinámica de sus cuentas públicas e incrementó su presión fiscal en 2009, hasta situarse en el quinto lugar en la Unión Europea (UE) en cuanto al peso del fisco sobre el Producto Interior Bruto (PIB).
æpermil;stas son algunas de las conclusiones que recoge un estudio del Instituto Nacional de Estadística de Italia (ISTAT) divulgado hoy, en el que se informa de que la relación entre el déficit neto de la administración pública y el PIB del país casi se ha duplicado en un año, al pasar del 2,7% de 2008 al 5,3% de 2009.
En valores absolutos, en 2009 el déficit público de Italia, país que tramita un plan de ajuste presupuestario de unos 24.000 millones de euros para 2011-2012, fue de 80.800 millones de euros, 38.225 millones de euros más que en 2008.
La deuda pública de Italia sigue siendo la más alta de Europa y en 2009 volvió a crecer casi diez puntos porcentuales, hasta el 115,8% del PIB, lo que supone en términos absolutos 1,76 billones de euros.
"Los efectos de la crisis sobre las finanzas públicas de las economías desarrolladas, ya evidentes en 2008, se manifestaron de lleno en 2009, provocando, en términos generales, una caída de la recaudación, un aumento del gasto y un empeoramiento del saldo y la dinámica de las cuentas públicas", reza el texto del ISTAT.
En 2009, el gasto público total creció en Italia un 3,1% y su relación con el PIB también se incrementó, pasando a suponer el 52,5% del Producto Interior Bruto, frente al 49,4% que era en 2008.
"La contribución más importante al crecimiento del gasto en Italia, como en los otros países de la UE, proviene de las prestaciones sociales con dinero (...) Entre éstas se señalan la prestación por desempleo, que ha crecido alrededor de 2.000 millones de euros, o el bono extraordinario para las familias de rentas bajas", de unos 1.500 millones de euros, indica el ISTAT.
La presión fiscal con respecto al PIB se situó en 2009 en el 43,2%, frente al 42,9% de un año antes, lo que sitúa a Italia, junto a Francia, en el quinto lugar de la UE, frente al séptimo de 2008, y lo que supone además el dato más alto desde 1997.
"Tal resultado se produce por efecto de una reducción del PIB superior a la registrada por los ingresos fiscales y parafiscales, cuya dinámica negativa ha sido atenuada por la que, en fuerte aumento, han experimentado los impuestos de carácter extraordinario, que han crecido en términos absolutos casi 12.000 millones de euros", indica el informe.