Turner, el plato fuerte del Prado para la temporada
La muestra reúne cuadros nunca vistos en España del precursor del impresionismo
Por primera vez en la historia, los trabajos de uno de los artistas que dieron forma visual al romanticismo pueden disfrutarse en España. El trabajo del inglés J. M. W. Turner es el protagonista de la temporada en el Museo del Prado con la exposición que dio comienzo esta semana, Turner y los Maestros, que permanecerá en la pinacoteca madrileña hasta el 19 de septiembre.
La muestra, que ya pasó por la Tate Gallery londinense y el Grand Palais parisino, suma respecto a su versión vista en esos recintos algunos cuadros adicionales de maestros que influyeron o compitieron con Turner para su cita en el Prado. En total, son 80 pinturas, 42 del protagonista y las restantes de firmas como Rembrandt, Rubens, Canaletto, Watteau o Tiziano, todos ellos admirados por Turner y decisivos en la evolución de su trabajo como creador del concepto paisajista del romanticismo.
Ningún museo, público o privado, cuenta en España con trabajos de Turner, cuyo reconocimiento ha sido relativamente tardío. Por ello, la muestra se convierte en una ocasión casi única para disfrutar de pinturas como Naufragio de un carguero, Tormenta de nieve: Aníbal y su ejército cruzando los Alpes, Paz. Entierro en el mar o Sombra y oscuridad: la tarde del diluvio, presentes en la muestra. Las previsiones de los organizadores son que la exposición atraiga un público multitudinario como viene siendo habitual en las grandes citas del Prado de los últimos años.
La muestra reúne cuadros nunca vistos en España del precursor del impresionismo
Turner (1775-1851) fue una personalidad polémica en su tiempo, tanto por los avances técnicos que introdujo en su trabajo, claro precursor del impresionismo, como por su excéntrica personalidad pública.
La exposición pretende iluminar la evolución del arte de Turner, que conoció de primera mano el trabajo de los grandes de la pintura universal por sus viajes a París e Italia. De todos ellos extrajo enseñanzas sobre el empleo del color y especialmente de la luz, apartado en el que ha pasado a la historia del arte como indiscutible maestro.
En los paisajes de Turner, la figura humana tiene siempre un rol secundario, sometida a los poderes de una naturaleza con frecuencia desencadenada. Su paleta de color también es distinta a la de la práctica totalidad de la pintura anterior, compartiendo con el Goya tardío una visión sombría y naturalista de la realidad.