El mercado busca un mensaje de mayor unidad del G-20
Acercar posturas entre la apuesta de EE UU por el crecimiento y la austeridad de Europa ayudará a dar confianza
La cumbre del G-20 arranca este fin de semana en Toronto en un momento de gran inestabilidad en las Bolsas. El temor a una recaída económica a nivel mundial se ha acrecentado recientemente para convertirse en uno de los principales focos de tensión. Las enormes diferencias de criterio entre Europa, centrada en aplicar políticas de austeridad para reducir el endeudamiento, y EE UU, favorable a continuar manteniendo los estímulos para afianzar la recuperación, centrarán la atención de los inversores. El mercado espera un mensaje de unidad que ayude a eliminar tensiones y devuelva la confianza.
"Obama probablemente argumentará que no todos los gobiernos se pueden apretar el cinturón a la vez. En EE UU asegurar la recuperación sigue siendo una prioridad. Por supuesto, los inversores tienen mucho que decir al respecto puesto que siguen financiando el déficit de EE UU y permitiendo que retrasen la consolidación fiscal", argumenta Aneta Markowska, de Société Générale. Un lujo del que Europa no ha podido disfrutar y que ha forzado a los gobiernos de la región a aplicar medidas de ajuste severas. "Las dos visiones pueden ser correctas. Algunas economías no tienen más remedio que poner sus casas en orden pero si todos lo hicieran a la vez aumentaría el riesgo de recesión", añade Barclays.
En Europa la respuesta de los mercados a las políticas de austeridad ha sido positiva. Las primas de riesgo se han reducido desde los máximos y esta semana la libra ha repuntado tras el plan de austeridad anunciado por el Ejecutivo de David Cameron. Todo indica, no obstante, que en EE UU este debate se retrasará al menos hasta finales de este año, coincidiendo con las elecciones de media legislatura. Muchos expertos, no obstante, no descartan que mensajes que apunten hacia una mayor austeridad serán bien recibidos por las Bolsas, tras la prioridad clara que ha mostrado EE UU por garantizar el crecimiento.
Una regulación bancaria más homogénea a nivel mundial también sería bien recibida
Los principales líderes políticos mundiales, por tanto, tienen ante sí el gran reto de encontrar el equilibrio para aplacar temores en los mercados sin poner en peligro la recuperación. "Un mensaje unánime es lo que mejor se recibiría y un apoyo masivo a las medidas anunciadas", explica Victoria Torre, directora de análisis de Self Bank.
Los últimos datos económicos que han llegado de EE UU han hecho saltar las alarmas al suscitar dudas sobre la recuperación del país en un entorno de menor crecimiento esperado para Europa por los planes de ajuste. La caída de la demanda de viviendas en mayo en EE UU, la revisión a la baja del PIB del primer trimestre y un mensaje de la Reserva Federal más pesimista con la economía por "los acontecimientos en el extranjero" se han mirado con recelo esta semana, al unirse además a la debilidad de los recientes datos de empleo, ventas minoristas e inicios de viviendas.
De momento, no obstante, la opinión dominante es que EE UU evitará una recaída económica. "Los datos publicados esta semana resaltan el contraste entre una menor actividad inmobiliaria y un sector manufacturero en expansión", explica Barclays, firma que resta importancia a la caída de ventas de viviendas -resultado que achaca al fin de los incentivos fiscales- y resalta el fuerte repunte de los pedidos de bienes duraderos, en su opinión un indicador mucho más importante pues refleja la aceleración de las inversiones de las empresas.
Regulación bancaria
"La recuperación económica es una realidad a nivel global pero sigue siendo débil y no está exenta de peligros. Si la incertidumbre y la volatilidad persisten en 2010 hay riesgo de que afecte a la confianza tanto empresarial como del consumidor y termine contagiando a la economía real. Hace falta estabilidad en el sistema financiero para ver mejoras. Tengo la esperanza de que el G-20 sirva para inyectar confianza. Hace falta un mensaje de unidad", resume Jordi Padilla, de Popular Gestión Privada.
Más allá del acercamiento de posturas en el terreno de la consolidación fiscal, los expertos recuerdan que el mercado también está a la expectativa de conocer posibles avances en el terreno de la regulación bancaria, en especial en Europa. "La regulación bancaria es extremadamente compleja y está llena de dificultades. Cómo legislar de forma individual en una industria muy conectada es políticamente impopular pero crucial para la recuperación", comenta Barclays.
Recelo ante el avance del euro
El euro ha rebotado el 3,6% desde los mínimos del año, a principios de junio, para situarse en el entorno de 1,23 dólares. Un repunte que empieza a suscitar recelo en un mercado cada vez más preocupado con el crecimiento. "El rebote reciente del euro puede haber jugado un papel en la creciente preocupación por la recuperación económica al indicar una nueva relación potencial entre el riesgo soberano y el euro", explican desde Société Générale.No es ningún secreto que la debilidad del euro favorece el crecimiento. Según Société Générale, una depreciación del 10% del tipo de cambio efectivo añade entre un 0,5% y un 0,7% al PIB el primer año, lo que implica que en un entorno complejo como el actual y dominado por políticas de recortes de gastos poco favorables para la demanda, la debilidad de la moneda se convierte casi en una necesidad."Al igual que los riesgos soberanos aceleraron la caída del euro en primavera, quizá ahora la apreciación del euro aumenta la percepción de riesgo soberano", advierten desde Société Générale. Si bien es cierto que un euro más débil refleja la mayor desconfianza mundial hacia la economía europea, muchos expertos recuerdan que la debilidad de la moneda también tiene sus bondades por lo que algunos no muestran ningún tipo de preocupación por la caída del 13,8% que acumula el euro frente al dólar este año. Y es que el euro puede convertirse en uno de los salvadores de la economía, ya que aumenta la competitividad de las exportaciones.
La cifra
1,6% es el repunte que acumula esta semana la libra frente al euro. El mercado ha respondido así de manera favorable a los planes de ajuste anunciados en el Reino Unido.