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A fondo
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

De vuelta al abismo de la crisis de liquidez

De vuelta al abismo de la crisis de liquidez
De vuelta al abismo de la crisis de liquidez

Dentro de exactamente una semana se juega una final con mucha carga dramática y no será precisamente en la Copa del Mundo de Sudáfrica, sino en Fráncfort: vencen los 442.000 millones de euros que el BCE (Banco Central Europeo) otorgó hace 12 meses a un tipo marginal del 1%. No habrá en principio prórroga y las entidades que sigan necesitadas de liquidez tendrán que pasar a las subastas de tres meses. Desde Barclays se calcula que hasta 150.000 millones de euros abandonarán el paraguas de la autoridad monetaria en busca de una financiación más barata en el interbancario y se auguran fuertes tensiones en los tipos de interés del líbor y el euríbor. Para evitarlo serán necesarias nuevas descargas masivas de liquidez, un pozo sin fondo que ha logrado mantener a flote al maltrecho barco financiero, pero sin conseguir que se ponga en marcha de nuevo.

"Esperamos con cierta expectativa el desenlace de la semana que viene, que constituye una amenaza para el BCE, porque la liquidez vuelve a desaparecer del mercado", confirma Alberto Matellán, experto en renta fija de Inverseguros. "Hasta ahora, el banco central ha suministrado toda la liquidez necesaria y no esperamos que haya dudas en ese sentido, porque financiarse en el interbancario no es fácil. El problema va a ser cuando se acabe la liquidez de verdad, cuando finalicen las subastas ilimitadas, que es algo que en principio tendría que ocurrir en octubre", avisa Matellán.

La crisis de mayo, cuando la UE tuvo que blindar al euro con un programa de ayuda de 750.000 millones, llevó al BCE a cruzar varias fronteras: comenzó a aceptar como colateral deuda griega sin importar su calificación de solvencia, con la consiguiente asunción de riesgo; la entidad empezó a comprar bonos soberanos con el objetivo de evitar el estrangulamiento del sector, por un importe que hasta la fecha suma 51.000 millones de euros, y, por último, anunció un programa de subastas ilimitadas de liquidez para la banca, al estilo All you can eat. Este bufé, en el que ya se han consumido 47.830 millones de euros, debía concluir el próximo miércoles con una última subasta a tres meses. Al final, no será así.

La parálisis y la desconfianza en el sector bancario es de tal calado y tan generalizada -no sólo contra España- que las entidades que pueden prefieren depositar su dinero en el BCE al 0,25% antes que hacerlo en el mercado a los tipos oficiales del 1%. El volumen de depósitos atesorados por el banco central superó el martes, último dato disponible, los 344.200 millones. El dinero es miedoso por naturaleza y la consigna actual es riesgo cero. Por eso, la autoridad monetaria ya ha anunciado nuevas subastas a tres meses y con barra libre que se celebrarán los días 28 de julio, 25 de agosto y 29 de septiembre. El verano queda así cubierto. Pero ¿qué ocurrirá luego? El BCE es partidario de decir "No va a más". Pero los tiempos de la ortodoxia a ultranza quedan para mejor ocasión.

"La nueva actitud del BCE se asemeja mucho a la de la Fed de EE UU. Han dejado a un lado los criterios técnicos, para adoptar una postura más política, siendo una de las prioridades contribuir a disuadir la especulación contra activos europeos. Los bancos vuelven a tener muy limitado el préstamo de liquidez entre ellos y el BCE está tratando de descongestionarlo (...), por lo que no parece probable que cese en estas nuevas funciones", explica Daniel Salazar, de IG Markets.

Los préstamos del BCE a la banca española, tachada en rojo en todas las firmas de inversión internacionales, alcanzaron en mayo un montante de 85.618 millones, una cifra récord que además supone un incremento del 26,5%. España acapara un 16,5% de la financiación concedida por el BCE. La cifra es seis puntos superior a la de hace tres años, si bien hay que matizar que varias entidades extranjeras también obtienen recursos del banco central vía España.

Los más alarmistas propagan la idea de que a España le han cerrado la puerta en Europa. Esto es cierto, pero no es menos verdad que en realidad las puertas están cerradas para cualquiera. El euríbor es el tipo de interés al que los bancos ofrecen depósitos entre sí, pero en realidad ahora es una entelequia porque nadie tiene muchas ganas de dejar su dinero en corral ajeno. El BCE no para de inyectar liquidez al mercado, pero el agua se queda estancada. Así que no se preocupen por una eventual subida de tipos, que va a tardar bastante en llegar.

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