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Ionan MariGómez

"Quedan restos de crudo en el ecosistema"

El artículo que los catedráticos de Biología Celular de la Universidad del País Vasco Ionan Marigómez y Miren Cajaraville publicaron en 2006, en la prestigiosa revista Marine Pollution Bulletin, sobre los efectos del vertido del Prestige en los mejillones, anchoas y merluzas ha sido uno de los más citados sobre contaminación marina en los últimos cinco años.

¿Quedan restos de crudo pesado del Prestige en las especies de mejillón, anchoa y merluza?

Sólo pudimos analizar la anchoa y la merluza durante dos años, luego dejamos el estudio por carecer de datos históricos. Sí seguimos adelante con el estudio sobre el mejillón hasta 2006, desde Portugal hasta la Fuenterrabía, por ser una especie que actúa de centinela sobre el nivel de impacto de la contaminación en la costa.

Nuestras conclusiones son limitadas porque no pudimos seguir el estudio a partir de 2006 por falta de financiación. Pero sí podemos decir que hay parámetros que nunca se han llegado a recuperar del todo, como la latencia lisosómica del mejillón, es decir, su estructura de digestión.

¿Cuánto tiempo tardan en recuperarse las especies después de un vertido de hidrocarburos?

No existen estudios coordinados, pero si atendemos el ejemplo del vertido del Exxon Valdez en las costas de Alaska en 1985, que revisamos después del Prestige, muchos parámetros aún no se han recuperado.

El caso más llamativo fue la evolución que registró el arenque durante los dos o tres años que siguieron al accidente. Su población se triplicó por las condiciones del medio. Pero poco después el stock bajó hasta un 15% y nunca se ha recuperado.

¿Se puede hacer una estimación de cuánto tiempo permanecen los hidrocarburos en el agua una vez limpiados?

Cada tipo de petróleo tiene una mezcla de docenas de componentes orgánicos y no orgánicos. Los más ligeros son los más tóxicos a corto plazo pero su efecto es efímero. En el caso del Prestige, en un primer momento se dijo que no era tóxico, pero a largo plazo es muy persistente, biodegradable y capaz de metabolizarse, por lo que probablemente aún queden restos en la cadena trófica. El problema es que sin estudios regulares resulta difícil analizar su impacto, ya que en algunas especies puede que sea inerte. En 2005 invitamos a uno de los responsables de investigar los efectos biológicos tras el accidente del Exxon Valdez, quien realizó experimentos que demostraban que pese a ser un petróleo ligero, los efectos persistían. Quince años después, aún había lechos negros de crudo que afectaban a las ostras, que es alimento de las nutrias.

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