Avánzit absorbe todo el negocio de Sedesa, excepto el inmobiliario
Sedesa, una de las mayores constructoras de obra pública en la Comunidad Valenciana, se diluirá en Ezentis, la antigua Avánzit. La familia Cotino ha optado por vender el negocio ante los problemas de financiación y para seguir optando a licitaciones.
Hace poco más de un año, Sedesa, el grupo de origen constructor propiedad de la familia valenciana Cotino, vendió su participación en una empresa de proyectos eólicos por 34 millones de euros. Esa era sólo una parte, y no precisamente la mayor, de un gran negocio, basado en la obra pública pero con extensas ramificaciones en concesiones, energías alternativas o la inmobiliaria. Sin embargo, una de las mayores constructoras valencianas -y con implantación tanto nacional como internacional- sólo vale 30 millones de euros. Una cifra que Vicente Cotino, cabeza visible de la familia, no recibirá en metálico, si no en acciones de Ezentis (la antigua Avánzit y antes aún Radiotrónica), grupo en el que se diluye todo su negocio, con la excepción del inmobiliario.
Ezentis y Sedesa hicieron público ayer el acuerdo por el que la empresa que preside Mario Armero integrará en su grupo el 100% de Asedes Capital, la tenedora de acciones que controla más de cien sociedades propiedad de la familia Cotino, articuladas alrededor de Sedesa. En el pacto incluye todas las actividades nacionales e internacionales del grupo: la obra civil, la edificación, la conservación de infraestructuras e inmuebles, energías renovables y concesiones de distinta índole, incluidas residencias geriátricas. Sólo queda fuera de la integración la división inmobiliaria. Esta rama de actividad conllevó un deterioro de más de 21 millones por depreciación de activos en las cuentas de Asedes, según la memoria de 2008, la última depositada.
Para Ezentis supone un paso adelante en su estrategia de diversificación, diseñada en el plan 2010-2012, según explicó la compañía en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), así como su entrada en mercados como Rumanía, Hungría, Bulgaria, Marruecos o Argelia, donde Sedesa había iniciado proyectos.
Para los accionistas de Sedesa supone una salida a la compleja situación que atravesaba la compañía. La presión de la deuda acumulada por el grupo -en 2008 el pasivo ascendía a 192 millones, aunque hay que matizar que la tenedora no consolida resultados de sus filiales- llevó a la empresa de los Cotino a vender activos y a renegociar con los bancos. A esta situación se unió un problema de imagen. Sedesa se ha visto salpicada en la supuesta financiación irregular del Partido Popular de la Comunidad Valenciana en el caso Gürtel, según consta en el sumario que instruyó el juez de la Audiencia Nacional Antonio Pedreira, lo que dificulta su participación en licitaciones públicas, eje de su negocio.
Ezentis ampliará capital para acoger las nuevas acciones de la familia Cotino.
Dos aviones privados listos para alquilar
La vinculación de la familia Cotino con el PP valenciano ha levantado muchas suspicacias, especialmente con la presencia de Juan Cotino, ex director general de la Policía con Aznar, en el ejecutivo de Francisco Camps. Cotino, actualmente vicepresidente de la Generalitat, no es accionista de Sedesa, pero ha sido consejero de Territorio y de Bienestar Social, ámbitos en los que se ha movido la compañía.Vicente Cotino, sobrino del vicepresidente, es el administrador de la compañía. Ex accionista de Astroc, intentó comprar Orange Market, eje de la trama valenciana de Gürtel, según el sumario. Asedes, la matriz de Sedesa, llegó a tener dos aviones privados -uno lo vendió por 0,78 millones hace dos años-, tanto para uso propio como para alquiler, actividad por la que ingresó casi un millón de euros en 2008.