La Seda da marcha atrás en la venta de las plantas turca y griega
La reducción de las importaciones de 400.000 toneladas de PET a Europa ha forzado a La Seda a reconsiderar su plan de venta de activos. La compañía fabricante de plástico para embalaje pretende mantener ahora dentro del grupo las factorías turca y griega porque aportan Ebitda positivo. José Luis Morlanes confirmó ayer que abandonará la presidencia en la junta posterior a la ampliación de capital pendiente.
Tres son las razones por las que La Seda ha recuperado la actividad en los primeros cinco meses del año en curso frente a las importaciones de Asia y Medio Oriente. En primer lugar, la paridad euro dólar ha castigado la rentabilidad de las ventas de PET importado. En segundo orden, el diferencial del coste del PTA (una de las materias primas para producir PET) ha desaparecido, reduciendo un coste de 100 euros por tonelada. Y en tercer lugar, el transporte por barco (flete) se ha encarecido en los últimos meses un 35%.
A todo esto, hay que añadir la norma antidumping publicada el 4 de junio por las autoridades europeas contra las importaciones a bajo precio. El presidente de La Seda, José Luis Morlanes, explicó ayer en la rueda de prensa previa a la junta de accionistas de hoy que "estos cambios en el mercado nos han pillado con los deberes hechos", por lo que la compañía ha decidido reorientar su plan de venta de activos no estratégicos, dirigido especialmente a reducir la división de plástico PET, para centrarse en la división de embalaje y aplicaciones.
De esta forma, la empresa ha optado por anular la venta de las factorías de PET ubicadas en Turquía y Grecia. "El consumo en Turquía es de tres kilos por persona y año. Como tenemos la mitad del mercado de PET y de preformas, esta planta genera ahora un Ebitda positivo de 14 millones, por lo que incluso estamos barajando la posibilidad de aumentar la capacidad".
El grupo genera un Ebitda positivo, pero no espera beneficio neto hasta 2012
Este es el mismo caso que ocurre en la factoría griega. Morlanes destacó que "en mayo teníamos todas nuestras factorías en Ebitda positivo". El plan de venta de activos de La Seda incluía terrenos y factorías no estratégicas, por valor de 300 millones de euros. Hasta el momento, la compañía sólo se ha desprendido de la fábrica de glicol de IQA en la petroquímica de Tarragona, por 23 millones. Morlanes indicó que la voluntad de mantener las plantas turca y griega en el grupo reducirá el plan de realización de activos hasta los 150 millones, la mitad de lo previsto. El próximo objetivo de desinversión se centra en el centro de producción de San Roque (Cádiz) y Simpe (Italia).
Morlanes confirmó que anunciará hoy en la junta que prevé abandonar la presidencia en la próxima asamblea de accionistas de agosto o septiembre, tras el próximo desembolso de la ampliación de capital pendiente, argumentando que "ahora es uno de los accionistas el que debe presidir la empresa". El aún presidente indicó que la factoría de El Prat produce al máximo de su capacidad, y que en un año la empresa ha conseguido pasar de un Ebitda negativo de 67 millones a otro positivo de 60 millones. Además, señaló que el 90% de las ventas de 2010 ya están confirmadas, porcentaje que se acerca al 70% para 2011.
Deuda
Morlanes remarcó que la compañía ha conseguido renegociar una deuda global de 1.000 millones, entre el crédito sindicado con la banca, los compromisos con proveedores, el proyecto de la factoría de PTA de Sines (Portugal) y otros préstamos bilaterales. Esto supondrá que la deuda financiera del grupo se situará en los 450 millones (la mitad de hace un año) una vez consumada la ampliación de capital aprobada de 300 millones.
La Seda ha realizado un ajuste laboral del 16%, incluyendo el cierre de la factoría inglesa de Wilton. Esto supone una plantilla de 2.017 personas. Al final del plan de ajuste, esta cifra podría reducirse hasta los 1.800 trabajadores, teniendo en cuenta la voluntad de vender la factoría de Cádiz, donde trabajan 100 personas, la de Portalegre (Portugal) y la citada de Simpe.
Prevé captar 50 millones entre los minoritarios
Morlanes especificó ayer que espera captar 50 millones de euros de entre los 20.000 accionistas minoritarios en la próxima ampliación de capital. La operación alcanza los 300 millones, de los que 150 millones corresponden a la capitalización de deuda de la banca acreedora y otros 100 millones de los accionistas de referencia. En este sentido, el máximo responsable de la compañía química concretó que BA Vidro, el grupo portugués fabricante de envases de vidrio, aportará 65 millones. Liquidambar, sociedad de inversión de varias cajas, desembolsará otros 10 millones, mientras que Caixa Geral, inyectará los restantes 25 millones.José Luis Morlanes indicó que espera que la CNMV apruebe el folleto de la ampliación esta misma semana, para realizar la ampliación antes del verano. A partir de ahí, La Seda deberá convocar otra junta de accionistas en la que se podría formalizar el cambio de presidente, tal y como indicó el propio Morlanes. Por otra parte, el máximo responsable de la compañía fabricante de embalaje para alimentación y bebidas indicó que la empresa debe acometer un plan de reorganización interna, para aprovechar las sinergias latentes existentes. "En los últimos años hemos comprado muchas fábricas y hemos hecho poca integración". Uno de los aspectos que prevé mejorar es la reducción de costes del departamento de I+D, repartido actualmente entre Bélgica y la factoría central de El Prat de Llobregat (Barcelona). La compañía mantendrá los dos centros, pero aumentará el trabajo conjunto entre ellos.