La psicología del directivo como motor de la ficción
El sector financiero británico de principios del siglo XX sirve de escenario para la última novela de Iain Pears.
Si tuviéramos que identificar al sector financiero con un género literario no sería con los cuentos de hadas, tampoco la épica, la poesía o la literatura fantástica. Sin embargo, la historia de un aristócrata inglés que construye a partir de un secreto robado un imperio empresarial y que deja a su muerte una quiebra oculta en sus libros contables bien podría convertirse en una novela de misterio.
La cuarta novela del escritor británico Iain Pears, que llega a España bajo el título La caída de John Stone, cuenta la historia de lord Ravenscliff, nacido John Stone, un magnate del mundo de las finanzas muerto de forma inesperada en 1909, y de los intentos de quienes le rodearon para esclarecer cuál era la personalidad real de este personaje.
Para contarla, Pears recurre a dos periodistas, el joven Matthew Braddock y el experimentado Henry Cork. æpermil;ste consigue descubrir una trama para arruinar al Banco de Inglaterra, pero el primero resulta demasiado inexperto para desentrañar el misterio sobre el que se sostiene el imperio de John Stone. ¿Algún paralelismo con la situación del periodismo económico en la actualidad?
Pears, que trabajó durante siete años como periodista especializado en información económica para la agencia Reuters, considera que muy pocos medios de comunicación pueden permitirse en la actualidad el lujo de que uno de sus trabajadores indague en una conspiración durante meses. "Si combinas esto con que los asuntos a investigar son cada vez más complicados, los periodistas no pueden hacer nada más que fracasar" a la hora de investigar escándalos financieros, indica el escritor.
La conspiración juega un papel fundamental en La caída de John Stone, pero el escritor huye de los paralelismos con los vaivenes que sufren en la actualidad los mercados financieros. "Los mercados trabajan así", reconoce, y explica que las consecuencias de confiarles el futuro de la economía puede dar lugar a una "solución poco feliz".
"El sector financiero es una ambientación para la novela", asegura Pears. "En lo que realmente estaba interesado es en la relación entre la personalidad individual y las enormes fuerzas financieras", apostilla. Insiste en que su principal propósito con este trabajo es arrojar un poco de luz sobre cómo se conjugan la faceta humana y la actividad profesional de un alto directivo. Según Pears, "trabajar para una gran compañía crea una especie de esquizofrenia. Cuando te levantas por la mañana dejas de ser tú y comienzas a ser el que preside la compañía". Opina que los temas financieros han estado poco presentes en la literatura.
Al más puro estilo decimonónico, retrata la forma de pensar de John Stone a través del encuentro con la multitud de personajes que conoció a lo largo de su vida.
Pears, que tardó 10 años en escribir esta novela, asegura que no utiliza esquemas y trabaja sus escritos leyéndolos una y otra vez. Avanza que su próxima novela podría tratar sobre el advenimiento de la Tercera Guerra Mundial, entre China y Estados Unidos.