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Los recortes previstos permitirán pagar al FROB

Bancaja, Caja Madrid y sus socias estarán unidas al menos 15 años

Caja Madrid, Bancaja y sus cinco cajas socias mantendrán su fusión virtual, al menos, 15 años. Los integrantes prevén pagar los 4.500 millones que han solicitado al fondo de apoyo a la banca a través de los ahorros logrados con sinergias y provisiones.

La fusión que protagonizan Caja Madrid, Bancaja, Laietana, Ávila, Segovia, Rioja e Insular de Canarias será virtual pero muy estricta. Así lo hicieron saber ayer en Santander Rodrigo Rato, presidente de la entidad madrileña, y José Luis Olivas, de la valenciana.

Estos directivos explicaron que el acuerdo suscrito exige a los socios permanecer vinculados un mínimo de 15 años, que la totalidad de los beneficios sean mutualizados y que si alguno desea darse de baja del Sistema Institucional de Protección (SIP) deberá avisarlo con dos ejercicios de antelación.

Ni Olivas ni Rato descartaron que, con el paso del tiempo, lo que hoy es una unión virtual se torne más estrecha con el tiempo. De momento, las entidades integrarán sus marcas fuera de sus territorios naturales. Cualquier divorcio sería, a juicio de los promotores del acuerdo, "muy caro".

Juntas, estas siete entidades constituirán la primera caja española por activos, por delante de La Caixa. El presidente de Caja Madrid reconoció ayer que el cetro volverá más tarde o más temprano al grupo catalán a causa de la reestructuración que deben acometer las firmas con la fusión.

Caja Madrid y sus socias han solicitado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) 4.500 millones de euros, a devolver a cinco años con un tipo mínimo del 7,75%. Los intereses acumulados rondarán, pues, los 350 millones.

Rodrigo Rato explicó que las sinergias y la política de provisiones realizada hasta la fecha permitirán hacerlo. El año pasado Caja Madrid destinó 1.500 millones a dotaciones voluntarias y Bancaja otros 1.000 millones. José Luis Olivas añadió que los recortes de personal y oficinas (500) serán proporcionalmente menores que los de otras fusiones frías.

Al hablar de la Ley de ârganos Rectores de Cajas de Ahorro (LORCA) y las nuevas normas internacionales de capital (Basilea III), el directivo valenciano se mostró crítico con las cuotas participativas. Consideró que, al no llevar aparejados derechos políticos, carecen de atractivo en los mercados. En su lugar, animó a "proponer soluciones que sean las que acepten los mercados".

El referente italiano

Y citó la Ley Amato como ejemplo. Este texto transformó las cajas de ahorro italianas en sociedades anónimas donde una fundación aparecía como principal accionista y destinaba los dividendos que percibía a la obra social. Considerada tabú durante años en el sector de ahorro, para Olivas esta "ya no es una opción tan imposible ni lejana", según reconoció en su intervención en un seminario organizado por la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

José Antonio Olavarrieta, director general de CECA, instó en el mismo foro al Ministerio de Economía a que garantice un régimen fiscal neutro para los SIP. Al pervivir en estos esquemas las personalidades jurídicas de las distintas cajas, la fusión virtual debe satisfacer el IVA y el impuesto sobre transmisiones y actos jurídicos entre los participantes. En contraste, en una fusión total esto no ocurre al quedar la operativa encuadrada bajo una única sociedad.

La cifra

350 son los millones de euros que las entidades lideradas por Caja Madrid y Bancaja pagarán de intereses al devolver las ayudas del fondo bancario.

Tirón de orejas de Rato al Gobierno

Rodrigo Rato no es un banquero cualquiera. En su currículum aparecen cargos tales como vicepresidente económico durante las dos legislaturas del PP y director gerente del FMI. Y ayer Rato dio un tirón de orejas al Gobierno socialista.Al ser cuestionado sobre la deuda soberana española, el máximo responsable de Caja Madrid respondió: "Confío mucho en los paquetes económicos más que en el goteo. He tenido experiencia de Gobierno y sé que funcionan. Por eso hay que anticipar las medidas que se van a realizar. Se debe hacer un planteamiento muy contundente".El directivo animó a "poner ahora todos los esfuerzos para recuperar la credibilidad de España, aunque algunas medidas se materialicen el año que viene". No obstante, Rato eludió concretar las reformas estructurales que convendría acometer.José Luis Olivas, de Bancaja, agregó que "en la UE marcan las pautas que se deben seguir y el Gobierno debe cumplir con esos objetivos para recuperar la credibilidad en los mercados para que fluya el crédito con normalidad". Luego añadió, "si tenemos menor financiación que en otros países o llega más cara, eso repercutirá en los sectores económicos y supondrá una pérdida de competitividad y de puesto de trabajo".

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