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El sector asegura que disminuiría la recaudación

Motivos para no elevar el impuesto sobre la cerveza

La posibilidad de que el Gobierno incremente el impuesto sobre la cerveza mantiene desvelado e inquieto a un sector que representa el 1,1% de la economía española. Es cierto que el Ejecutivo no ha dicho de forma clara que elevará los impuestos especiales, sin embargo, el tabaco y el alcohol siempre aparecen en las quinielas de próximas subidas fiscales.

Tanto es así, que el sector cervecero -que en julio sufrirá el incremento del IVA- ya tiene preparado un arsenal de argumentos que indican las contraindicaciones de elevar la carga fiscal sobre la bebida alcohólica más popular de la Península. El director de Cerveceros de España, Jacobo Olalla Marañón, esgrime un estudio de PricewaterhouseCoopers que indica que elevar un 5% el impuesto sobre la cerveza no sólo no elevaría los ingresos fiscales, sino que provocaría un aumento del gasto público y un descenso de la recaudación neta de 1.490 millones.

Ello es así porque, según PwC, elevar el impuesto especial sobre la cerveza provocaría un descenso del 0,28% del empleo directo y del 0,35% del indirecto, lo que se traduciría en un incremento del gasto por desempleo. Además, las empresas del sector verían cómo menguan sus beneficios por la caída de la demanda y tributarían menos por el impuesto de sociedades o el IRPF. Así, lo que se ganaría por un lado, se perdería con creces por el otro. Y, siempre según el estudio de PwC, cuanto mayor fuera la subida del impuesto sobre la cerveza -que grava con 0,099 euros el litro-, más caería la recaudación neta.

Dentro de los impuestos especiales, el que grava la cerveza es el que menos rentable resulta a las arcas públicas. Mientras que por el impuesto sobre el tabaco y los hidrocarburos, la Administración recaudó 7.000 y 10.000 millones respectivamente en 2009, la cerveza sólo aportó 277 millones. Olalla considera que los beneficios que podría acarrear elevar el impuesto sobre la cerveza palidecen al compararlos con los perjuicios que provocaría a distintos sectores como la hostelería, cuyo 30% de su facturación procede de la rubia bebida. Por otro lado, la cerveza, recuerda Olalla, genera 225.000 trabajos, entre empleos directos e indirectos.

Beber más en casa

Un aumento de la carga fiscal, además, intensificaría una tendencia que se observa en los últimos años. El consumo de cerveza disminuye en la hostelería, un 4,9% menos en 2009, a la par que se incrementa en los hogares, donde el valor añadido es menor en términos de empleo y de crecimiento económico.

En cualquier caso, el Gobierno nunca anticipa una subida de impuestos especiales y, a día de hoy, nadie puede asegurar que Hacienda no elevará los tributos sobre la cerveza, un producto que 5.000 años atrás, en el Neolítico Antiguo, ya se consumía en España. Así, a pesar de la próxima subida del IVA, cuesta imaginar a un español viendo el mundial sin una cerveza delante.

Poco margen para trasladar la subida del IVA a precios

Los empresarios y comerciantes tienen dos opciones ante la subida del IVA. Una, trasladar al consumidor el incremento fiscal y, la otra, mantener los precios, reduciendo así su margen de beneficios. En la mayor parte de sectores, según una encuesta de las Cámaras de Comercio, se impondrá la primera opción. Sin embargo, el 40% de empresarios de la hostelería sostiene que no subirá los precios y, por tanto, el incremento del IVA reducirá sus beneficios. La competencia en bares y restaurantes es feroz y, por tanto, el margen para encarecer su servicio es menor que en otros sectores. Como cantaba Sabina, "sólo en Antón Martín una zona de Madrid hay más bares que en toda Noruega".

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