Northern Rock suprimirá 650 puestos de trabajo antes de fin de año
El banco británico Northern Rock, que fue nacionalizado en 2008 tras convertirse en la primera víctima de la crisis en Reino Unido, anunció su intención de alinear su número de empleados con el menor tamaño de la entidad para poder así volver al sector privado, lo que implicará una reducción de 650 puestos de trabajo antes de que termine el año, de los 4.500 que tiene actualmente.
En un comunicado, la entidad confirmó que ha iniciado una consulta formal de 90 días con el sindicato Unite y los representantes de los trabajadores y mostró su deseo de que se puedan evitar, si es posible, los despidos obligatorios y se lleve a cabo mediante un programa de bajas incentivadas. Además la compañía ha anunciado que se modificará también el sistema de pensiones actual.
Northern Rock señala que la reestructuración propuesta hoy mejorará la eficiencia operativa y reducirá el coste base de la entidad. Además, recalca que afectará a puestos de trabajo de todos los niveles y subraya que trabajará con las agencias locales, como One NorthEast, para apoyar a los trabajadores afectados.
La reestructuración legal y de capital del antiguo negocio de Northern Rock concluyó el pasado mes de enero y dividió el banco en dos entidades: un banco sano, que continuará las actividades comerciales viables, y un 'banco malo' para liquidar el resto de los activos. A modo de ejemplo, destaca que el negocio hipotecario de la compañía es una quinta parte de los niveles máximos que llegó a alcanzar.
El consejero delegado de Northern Rock, Gary Hoffman, recalcó que la entidad sigue siendo de titularidad pública, por lo que es importante que genere valor para los contribuyentes. "Aún existe un entorno desafiante para conseguir nuestros objetivos, debemos alinear nuestra plantilla para que se adapte al menor tamaño del negocio", añadió.
Asimismo, Hoffman lamentó que la reesctructuración incluya la reducción de puestos de trabajo y reconoció que es un momento "inquietante" para sus empleados y aseguró que les mantendrán bien informados durante todo el proceso.
Desde el sindicato Unite, su portavoz nacional, Rob MacGregor, calificó esta decisión de "devastadora" y consideró "inaceptable" que se tomen decisiones "precipitadas" siguiendo una estrategia de gestión a corto plazo dirigida a parecer una entidad más atractiva ante posibles compradores privados.
Por este motivo, el sindicato considera "esencial" que se produzca una intervención política que evite que se reduzca "drásticamente" la entidad para prepararla para la venta. "Desde 2008, Northern Rock ha reducido sus empleados en más de 2.000 personas, y ahora le dice a la plantilla que la reesctructuración no ha sido suficiente para la efectividad de costes. Hay ahora numerosas preguntas sobre cómo se han gestionado los cambios", añadió.