La inversión extranjera castiga a España más que a los principales receptores
El número de proyectos disminuyó un 18% en 2009 frente al 11% en Europa
España pierde atractivo como destino de la inversión extranjera. Un reciente informe de Ernst & Young sobre el comportamiento de esta variable durante el pasado año en Europa pone de manifiesto que la inversión extranjera logró generar un 3% más de empleo en 2009 que un año antes, si bien el número de proyectos disminuyó.
España contabilizó 173 proyectos, un 18% menos que en 2008, cuando el retroceso medio en el resto de Europa ascendió al 11%.
Aun así, España mantuvo la cuarta posición como mayor receptor de inversiones, sólo por detrás de Reino Unido, Francia y Alemania.
En términos de creación de empleo, derivado de las inversiones analizadas, España ascendió dos puestos, hasta el noveno, con respecto a 2009. Este crecimiento se debe a los proyectos desarrollados en el sector industrial, donde se produjo un incremento en la creación de puestos de trabajo del 63%. En concreto, el sector de la automoción recibió un número importante de grandes proyectos procedentes de inversiones internacionales. Por el contrario, el sector servicios se desplomó un 70% en 2009, creando sólo 724 nuevos empleos, según recoge el estudio.
El informe pone de manifiesto cómo a pesar de la profunda recesión que afecta a los mercados, Europa se convirtió el año pasado en el destino de más de 3.300 proyectos de inversión extranjera, lo que supone un descenso del 11% con respecto a 2008. En opinión de Marc Lhermitte, socio de Ernst & Young y autor del estudio, "tanto los inversores europeos, como los de EE UU o del Lejano Oriente se han centrado en mercados seguros y de un tamaño considerable". Así, la crisis tuvo un impacto más dramático en países como Polonia, Hungría, Rumanía o la República Checa, donde el número de proyectos se desplomó de media un 40%, debido a que los inversores han optado por la estabilidad que les proporcionan las grandes economías occidentales.