Dimite el presidente alemán tras sugerir que Berlín está en Afganistán por dinero
El presidente de Alemania, Horst Köhler, anunció ayer su dimisión "con efectos inmediatos" como máxima autoridad del país pocos días después de unas polémicas declaraciones en Afganistán sobre las misiones del Ejército germano en el extranjero.
La interpretación de que supuestamente había defendido una intervención anticonstitucional del Bundeswehr, el Ejército federal, para garantizar los intereses económicos de Alemania carece de toda justificación, dijo Köhler al anunciar su inesperada dimisión. Ese tipo de afirmaciones hacen que se eche en falta el necesario respeto ante la máxima autoridad nacional, declaró Köhler en una breve comparecencia ante una cámara de televisión, en la que se mostró dolido por la polémica abierta.
"Lamento que mis declaraciones hayan conducido a un malentendido", dijo el ya presidente saliente de Alemania, quien en los últimos días había sufrido una avalancha de críticas por parte de la prensa.
Durante el viaje de regreso de una visita sorpresa la pasada semana a Afganistán, Köhler manifestó ante la prensa que las misiones del Bundeswehr en el extranjero tienen su justificación también por la salvaguardia de los intereses económicos de Alemania. Tras desatarse la polémica, su portavoz precisó que el presidente de Alemania no se había referido en concreto a la misión en Afganistán, sino a las misiones de las Fuerzas Armadas alemanas en el extranjero en general. La canciller alemana, Angela Merkel, rechazó el pasado viernes, a través de otro portavoz, comentar las declaraciones de Köhler con el argumento de que el presidente ya las había precisado y que "a eso no hay nada que añadir".
Presión para Merkel
Horst Köhler, ex director gerente del FMI, había sido reelegido presidente de Alemania en 2009 por un segundo periodo de cinco años. Ayer, señaló que había comunicado su decisión al presidente de turno del Bundesrat -la Cámara alta o territorial alemana-, el socialdemócrata Jens Böhrnsen, quien asumirá la jefatura del Estado interinamente. Aunque el papel de Köhler como jefe de Estado es principalmente protocolario, su decisión de renunciar suma presión a Merkel ahora que se desploma el apoyo a su coalición tras los esfuerzos para frenar la crisis de la deuda en Europa y apuntalar al euro.
La renuncia de Köhler es "un gran revés para Merkel y envía una señal de desunión nacional al país y el exterior", dijo a Bloomberg Jochen Staadt, profesor de política de la Universidad Libre de Berlín, en entrevista telefónica.