Seat afronta el futuro tras 60 años de historia
La firma española confía en una estrategia renovada y la ampliación de la gama para alcanzar las 500.000 unidades a medio plazo.
Seat afronta una nueva vida después de cumplir los 60. La mítica marca española, propiedad del grupo Volkswagen, celebró su aniversario el pasado 9 de mayo con ambiciosos planes para reforzar la marca en los mercados internacionales y sacar a la empresa de pérdidas de forma definitiva. Desde que tomó posesión en 2009, el presidente ejecutivo, James Muir, ha renovado la cúpula directiva de la compañía -incluido el puesto de director, que ha ido aparar a Vicente Adrián, un ex General Motors- y ha fijado los pies fuertemente en el marketing para recuperar la imagen de marca.
Así, Seat ha dejado de ser una enseña deportiva de menor precio, rival de firmas como Alfa Romeo, para ser un fabricante que deberá competir con PSA Peugeot Citroën, y, sobre todo, la marca Peugeot. Kill the french (mata a los franceses), según resumió el propio Muir a modo de broma recientemente en una reunión informal con un grupo de periodistas.
Para ello, además de acciones de marketing, la empresa esgrime el arma de sus inversiones. Seat es la segunda empresa española que más dinero destina a I+D+i, sólo superada por Telefónica, con 558 millones, según los datos de Eurostat. Además, la compañía ha de renovar y ampliar su gama de productos.
Así, el año pasado ya estuvo marcado por la ofensiva de modelos, con la incorporación de 18 nuevas versiones y nuevos automóviles. A la nueva berlina Exeo y su versión familiar (el Exeo ST) se sumó la gama ecológica Ecomotive del Altea y el Altea XL, y la llegada de los deportivos Ibiza (FR, Cupra y Bocanegra), además de la nueva imagen de la familia León. La nueva generación del Alhambra verá la luz en octubre próximo. Eso sí, la gama perderá dos efectivos, los históricos modelos Toledo y Córdoba. Todos los modelos se diseñan, desarrollan y fabrican en España (a excepción del Alhambra), gracias al centro técnico con que la compañía cuenta en Martorell (Barcelona).
Su gran fortaleza, eso sí, sigue siendo el Ibiza, que en la actualidad vive su cuarta generación. En abril pasado se situó como el segundo coche más vendido en España, con 3.806 unidades, sólo por detrás del Mégane de Renault.
El problema es que el Ibiza cuenta con poco apoyo de los demás integrantes del equipo, y ése es uno de los principales retos de la empresa. La meta es alcanzar las 500.000 unidades vendidas a medio plazo y los 800.000 coches comercializados en todo el mundo en 2018.
El fin último no es otro que lograr un beneficio que contente a la matriz alemana. El ejercicio pasado, Seat contabilizó unos ingresos totales de 4.101 millones de euros en 2009, lo que supuso una caída del 15%. Las dificultades por las que atravesó el mercado español resultaron fatales para la compañía, y Seat registró unas pérdidas de 187 millones, que contrastan con los beneficios de 44 millones de euros del ejercicio anterior.
2010, en cambio, no marcha mal por ahora. Sus ventas mundiales aumentaron un 1,5% en el trimestre, y sus ventas en España han crecido el 45,8% hasta abril.
Datos clave
Ayudas. La planta de Martorell ha experimentado un alza de ventas del 61,6% este año gracias a las ayudas en España y Europa. La planta, con una capacidad de 500.000 vehículos, debe ampliar su producción para ser rentable.