Iberdrola, grandes proyectos con tinte anglosajón
La red de interconexión entre Estados Unidos y Canadá y su participación en el futuro programa nuclear británico son algunas de las inversiones en el exterior.
El pasado martes, 25 de mayo, Iberdrola anunciaba un macroproyecto de interconexión eléctrica entre Estados Unidos y Canadá, por el Estado de Maine, con una inversión de 1.400 millones de euros. Este presupuesto se financiará en gran parte con lo que la compañía espera ingresar (algo más de mil millones) con la venta de tres distribuidoras de gas locales. Supone la construcción de 800 kilómetros de red de alta tensión y cinco subestaciones.
Se trata del último gran proyecto en el exterior que aborda la compañía, los más importantes con claros tintes anglosajones. La nueva infraestructura de redes, cuya aprobación acaba de ser anunciada por la Comisión de Servicios Públicos de Maine (MPUC), será desarrollada por la filial Central Maine Power (CMP) y cubrirá las necesidades de siete millones de consumidores eléctricos en New England, entre los que figuran los 600.000 clientes de la propia CMP.
Así, el pasado mes de enero, su filial Iberdrola Renovables se adjudicó, junto con Vattenfal, los derechos para construir en Reino Unido uno de los parques eólicos marinos más grandes del mundo (7.200 MW), con capacidad para suministrar a cinco millones de hogares. La instalación podría obtener los primeros permisos en 2012 y empezar a construirse en 2015. Se trata de un puro parque offshore, denominado East Anglia, abarca 5.878 kilómetros cuadrados de escasa profundidad. Para alcanzar la potencia máxima prevista serán necesarias entre 1.000 y 1.200 turbinas.
Este parque será uno de los más grandes del mundo, junto con los de Horns Rev (Dinamarca), con casi 400 MW ya operativos, y London Array, en construcción, con 1.000 MW.
Además de este proyecto, Iberdrola cuenta con 2.300 MW adicionales en desarrollo en Reino Unido, dentro del plan eólico británico, que prevé una potencia de entre 20.000 y 30.000 MW de esta tecnología en 2020, del que Iberdrola espera lograr una cuota del 15%.
También en ese país, la compañía que preside Ignacio Sánchez Galán ha sido elegida finalista en el concurso organizado por el Ejecutivo para construir una planta de captura de C02 a escala comercial y el año pasado puso en marcha una unidad de prueba en la planta de Longannet. Se trata de una infraestructura capaz de procesar mil metros cúbicos de gas emitido por hora en dicha instalación de generación. La unidad de pruebas instalada por la filial escocesa del grupo, Scottish Power, logró su primer hito a finales del año pasado, al conseguir reducir en un tercio la cantidad de energía que necesita para llevar a cabo su cometido.
Longannet está cerca de los yacimientos del mar del Norte, donde se almacenará el gas, y de la red de gasoductos de National Grid, que se utilizará para transportarlo. Dentro del proyecto, Iberdrola prevé establecer en Reino Unido su centro global de excelencia para el desarrollo de las tecnologías de captura de CO2.
La compañía completa sus proyectos estrella en Reino Unido con la joint venture con GDF Suez y Scottish & Southern Energy para participar en el programa nuclear británicos. El consorcio logró el año pasado una opción de compra del emplazamiento de Sellafield y, según asegura la eléctrica, en estos momentos prepara un plan detallado para instalar una nueva central en ese emplazamiento de 3.600 MW de potencia. Si el proyecto prospera, la construcción se iniciaría en el año 2015.
Datos clave
Producción. En 2009 la generación de Iberdrola superó los 142.700 GWh (un 1,1% superior a 2008) impulsada por la eólica, que creció un 26%.