Las cajas serán las más afectadas por el aumento de provisiones

Varios informes de analistas coincidieron ayer en señalar que la nueva propuesta del Banco de España de elevar hasta el 30% las provisiones que tienen que dotar las entidades financieras por los inmuebles que se han adjudicado afectará sobre todo a las cajas de ahorros.

Los analistas lo tienen claro. Las cajas de ahorros serán las principales damnificadas por el mayor rigor contable que va a exigir el regulador bancario.

La institución encabezada por Miguel Ángel Fernández Ordóñez hizo ayer pública su intención de exigir que, a partir de los 24 meses, bancos y cajas provisionen el 30% del valor de tasación de los activos inmobiliarios que tienen en balance, frente al 20% que se exigía hasta ahora.

Según un informe remitido ayer por la firma nipona Nomura, el aumento de provisiones propuesto por el supervisor tendrá una "especial" repercusión sobre las cajas de ahorros, ya que es en estas entidades donde se ha acumulado una gran cantidad de activos inmobiliarios con un nivel de provisiones bajo.

La entidad, dirigida por Francisco Sánchez Asiaín, ex presidente de UBS en España y gran conocedor del sector de cajas, considera que otras entidades financieras como BBVA, Santander y Banesto no se verán afectadas al haber aumentado ya su nivel de provisiones sobre estos activos hasta el 30%.

Otros bancos españoles, como Sabadell y Popular, tendrían que generar mayores ganancias de capital para compensar estas provisiones adicionales o bien registrar un menor beneficio antes de impuestos este año, según Nomura.

Por su parte, otro informe, el de Credit Suisse, explica que estos cambios serán "uno de los puntos más importantes relacionados con los bancos españoles que han visto en años" y subraya que el supervisor "ha decidido finalmente ponerse firme". Para esta entidad, la decisión del Banco de España es "racional y muy positiva para la salud a medio plazo del sistema financiero español".

No obstante, el informe de Credit Suisse muestra su escepticismo sobre de los procesos de fusión que están en marcha en España.

Un golpe en la mesa del regulador bancario

Una de las coincidencias de todas las firmas de análisis es que, con la decisión del miércoles, el Banco de España dio un golpe sobre la mesa y reforzó su imagen de regulador riguroso.Los expertos de Citigroup explicaban ayer que la medida es "claramente positiva", porque acelera el proceso de consolidación del sector de cajas. Además, señalan que el anuncio se produce en un momento muy adecuado, ya que "los inversores internacionales podían tener dudas sobre la laxitud en la política de supervisión del Banco de España".En UBS también consideran que la propuesta "va en la dirección correcta", aunque advierten de que con esta medida no se soluciona el problema de los activos inmobilarios en la banca española.