China abre la puerta a revaluar el yuan como pide EE UU
Obama envía un proyecto de ley al Congreso para suprimir gasto público que considera "innecesario"
El presidente chino, Hu Jintao, aseguró ayer que su Gobierno avanzará en la reforma del sistema cambiario del yuan, la moneda china. Si bien no quiso entrar en detalles, sus palabras indican que Pekín abre la puerta a revaluar el yuan, una medida que Estados Unidos ha pedido insistentemente.
El secretario del Tesoro norteamericano, Timothy Geithner y la secretaria de Estado, Hillary Clinton, de visita oficial en China, defienden que Pekín mantiene de forma intencionada a niveles muy bajos la cotización de su moneda para favorecer las exportaciones lo que, según la administración de EE UU, provoca un gran desequilibrio comercial a favor de China.
Este es el tema más espinoso que ambos Gobiernos discutirán en los dos próximos días. También tratarán sobre la crisis económica global, el comercio bilateral y la reforma del sistema financiero. En este sentido, Geithner resaltó la necesidad de que Washington y Pekín trabajen juntos para reducir las barreras que dificultan el comercio internacional.
Por otra parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reclamó ayer al Congreso nuevos recortes en el gasto público para tratar de reducir el ingente déficit presupuestario del país, situado actualmente en 1,38 billones de dólares (1,1 billones de euros). Supone más del 10% del PIB de EE UU. Según informaron ayer altos funcionarios de la Administración estadounidense, Obama habría remitido al Congreso un proyecto de ley titulado de reducción de gastos innecesarios para 2010 que le permitiría plantear una serie de recortes a desembolsos públicos ya aprobados. En particular, esos recortes se destinarían a eliminar las llamadas earmarks o enmiendas presupuestarias que introducen los legisladores para financiar proyectos en sus distritos. El proyecto de ley obligaría al Congreso a votar el paquete como un todo y sin introducir enmiendas. El objetivo de la Casa Blanca es agilizar con ello el procedimiento para el recorte de gasto público.
Hasta el momento, Obama ha pedido la congelación del gasto público discrecional y no relacionado con la seguridad durante tres años para ahorrar 250.000 millones de dólares (201.500 millones de euros) en los próximos diez años.
En el último año fiscal, el déficit presupuestario se situó en los 1,38 billones de dólares, mientras que este año podría alcanzar los 1,55 billones, es decir, 1,2 billones de euros.