España ratifica su interés por participar en tren de alta velocidad en Brasil
El ministro de Fomento de España, José Blanco, ratificó hoy el "firme interés" de su país por participar en el desarrollo de trenes de alta velocidad en Brasil, que en su fase inicial deberán unir las ciudades de Río de Janeiro y São Paulo.
Blanco se reunió hoy en Brasilia con el ministro de Transporte brasileño, Paulo Sergio Passos, a quien expuso la "gran experiencia" acumulada por España desde 1992, cuando fue inaugurado el primer tren de alta velocidad de la península ibérica.
"España es uno de los primeros países (del mundo) en kilómetros construidos" de líneas ferroviarias de alta velocidad y cuenta con "tecnología propia", lo cual la coloca "en las mejores condiciones para poder competir" en la licitación que será convocada en Brasil, declaró Blanco a periodistas.
El ministro dijo que España participará en la licitación "para construir y operar el tren de alta velocidad con un consorcio", al que se prevé que se incorporen empresas brasileñas del área de la construcción civil.
La línea entre Río de Janeiro y São Paulo tendrá una extensión de 510,8 kilómetros, que según el proyecto serán recorridos por un tren con capacidad para alcanzar una velocidad máxima de 350 kilómetros por hora.
El tren, cuyo coste se ha calculado en cerca de 20.000 millones de dólares (unos 16.000 millones de euros), prestará servicios en un corredor que aglutina a unos 40 millones de personas, que suponen alrededor del 20 por ciento de la población brasileña.
Además de España, ya han manifestado su interés por el proyecto empresas de Japón, Corea del Sur, China, Francia, Austria y Alemania, dispuestas a participar en una puja que abarcará desde la construcción del tren hasta su operación por un período de 40 años.
De acuerdo al proyecto inicial, la obra debería estar concluida para el año 2014, cuando Brasil será sede del Mundial de fútbol, pero por diferentes razones la licitación se ha atrasado y aún no ha sido convocada aunque se prevé que lo sea en el segundo semestre de este año.
La construcción de la primera línea tardará cinco años, por lo que ya será imposible que el tren esté operativo para el Mundial de fútbol, pero el Gobierno asegura que sí funcionará para los Juegos Olímpicos de Río'2016.
Blanco dijo que, a pesar de esos atrasos, percibió en su reunión con Passos que Brasil "tiene un compromiso serio" con el proyecto y que "la decisión de llevarlo adelante es firme".
Tras su entrevista con Passos, Blanco se reunió con un grupo de empresarios españoles que operan en Brasil y se trasladó a Río de Janeiro, donde mañana asistirá a la Cumbre de Aviación Civil de la Unión Europea (UE) y América Latina, en su condición de presidente de turno del Consejo de Transporte del bloque comunitario.