Sebastián reconoce que el Gobierno tiene poco margen de maniobra en Marsans
El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, señaló hoy que le gustaría que se llegara a la "mejor solución posible" con respecto a la crisis que atraviesa el grupo Marsans para "evitar perjuicios" tanto a trabajadores como a los clientes que tengan contratadas sus vacaciones.
"Nos gustaría que tuviera una solución lo más razonable posible", señaló Sebastián, quien, no obstante, reconoció que al tratarse de una empresa privada "el Gobierno tiene muy poco margen de maniobra", señaló el ministro en declaraciones realizadas en el marco de la celebración del I Congreso Europeo de Turismo y Gastronomía, que inauguró hoy en Madrid.
En torno a 1.000 trabajadores del grupo Marsans se manifestaron el pasado sábado en Madrid para denunciar la "gravísima" situación que atraviesa la empresa, que pone en peligro 4.000 puestos de trabajo, y exigieron un plan de viabilidad inmediato, de no concretarse, podría desembocar en una "radicalización" de sus posturas, sin descartar la huelga.
Los problemas de liquidez del grupo ya afectaron al pago de las nóminas de la plantilla en abril, que no pudo completarse al 100% hasta prácticamente mediados de mes.
El grupo tampoco ha abonado aún el pago correspondiente a las ventas realizadas en abril a través del sistema BSP -banco que se encarga de pagar los billetes aéreos-, que asciende a cinco millones de euros, según confirmaron fuentes de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) a Europa Press.
La situación ha llevado a los dueños de la compañía, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, a buscar posibles inversores que puedan inyectar capital en Marsans para reactivar su actividad, sin que por el momento haya fructificado ninguna operación.