Banca Cívica sólo admitirá entidades "sanas y fuertes" para no pedir ayudas

Banca Cívica, integrada por Caja Navarra, CajaCanarias y Caja Burgos, se ha convertido en un selecto club para el sector, y no sólo por su sede - uno de los edificios con mejores vistas de Madrid, situado en la octava planta del Paseo de Recoletos, número 37-. Según explicaron ayer sus responsables, el grupo -primera fusión virtual autorizada por el Banco de España- sigue abierto a nuevas incorporaciones. De hecho, el presidente de la caja burgalesa, José María Arribas, subrayó ayer que las negociaciones con Caja Ávila y Caja Segovia para sumarse al proyecto "han avanzado mucho las últimas semanas" y no se ha mostrado "ningún problema". Pero, además de estas entidades, sus integrantes aseguran que podrían entrar otras cajas. Pero tienen que cumplir un requisito. "Ser sanas y fuertes" sin necesidad de acudir a ayudas públicas, añadió Arribas. De esta forma se excluye a cualquier interesada que pretenda entrar en el proyecto por necesidades de solvencia. El presidente de CajaCanarias, Álvaro Arvelo, insistió en que las tres cajas que forman Banca Cívica están "sanas y fuertes y es una condición del proyecto".
Banca Cívica comenzará a operar a "pleno rendimiento" el 1 de julio y en la segunda mitad de año tiene previsto conceder más de 4.000 millones de euros en préstamos, explicaron sus responsables. Entre los objetivos del grupo está conseguir más de 71.000 clientes hasta finales de año, elevar un 4,7% sus ingresos y un 17% su facturación en áreas como banca privada. Además, la entidad cerrará 2011 con un beneficio de 400 millones de euros y en 2013 con 550 millones de euros, aseguró el director general de Caja Navarra y presidente de este grupo, Enrique Goñi. Banca Cívica aprovechará su estatus jurídico de banco para captar capital para fortalecer al grupo. Además, espera implantarse en EE UU y operar a través de una plataforma tecnológica, para más tarde expandirse por otros países.