Las centrales se cierran en banda a rebajar cuotas
CC OO y UGT insisten en que no abandonarán la negociación de la reforma laboral. Si embargo, el duro "ajuste social" del Gobierno enturbia la posibilidad de rebajar cuotas y deja sin contenido la bonificación de contratos o el plan de empleo para jóvenes.
Suponemos que ya a nadie se le ocurrirá, en estas circunstancias, ni pedir ni ofrecer una reducción de las cotizaciones sociales", declaró con indignación el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, tras reunirse con el presidente del Gobierno para tratar el duro recorte que se prepara en el gasto social. Y es que, aunque tanto Toxo como su homólogo en UGT, Cándido Méndez, han asegurado que no abandonarán por ello la negociación de la reforma laboral, es indudable que el ajuste tendrá un efecto nocivo en el diálogo social.
CC OO siempre ha sido contraria a rebajar las cotizaciones sociales que los empresarios pagan a la Seguridad Social, una petición histórica de la patronal. Pero el nuevo marco de drásticos recortes ha radicalizado su oposición. La lógica de la central es que si no hay dinero para subir las pensiones el año que viene, tampoco se pueden disminuir los ingresos del sistema.
La situación enturbia las ya de por sí complicadas negociaciones que sindicatos y patronal están manteniendo bilateralmente con el objetivo de cumplir el plazo impuesto por el Ejecutivo. La reforma laboral debe estar lista antes de finales de mes. Un calendario que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, aseguró ayer que se "mantiene".
El nudo gordiano de la negociación sigue estando en el coste del despido. Mientras el Gobierno se ofrece a subvencionar con el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) parte de las extinciones de contrato de las grandes empresas, y a ampliar el uso del contrato de fomento (con 33 días de indemnización por despido improcedente, en lugar de los 45 días ordinarios); la CEOE sigue clamando por una rebaja general, a la que las centrales se niegan. El problema es que a este gran escollo se le une ahora un recorte del gasto que deja sin fondos los puntos en los que las tres partes sí habían logrado un consenso. La posibilidad de incentivar la conversión de temporales en indefinidos (que gozó de un gran éxito en 2006) o bonificar la contratación de jóvenes se quedaría en simple papel mojado, si el Ejecutivo no dispone de recursos para financiarlos.
Por último, Toxo admitió que el incumplimiento del acuerdo salarial de los funcionarios resta credibilidad al Ejecutivo para sellar cualquier otro pacto social.
La CEOE exige aún más austeridad
La reunión que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, celebró en la tarde de ayer con los representantes patronales fue muy distinta de la que mantuvo horas antes con los sindicatos. Mientras que el recorte del gasto fue acogido con indignación por parte de las centrales, el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y el de Cepyme, Jesús Bárcenas, calificaron de "positivas y valientes" las decisiones adoptadas.Díaz Ferrán, sin embargo, reclamó a Zapatero que actúe sobre otros capítulos susceptibles de un mayor ajuste. Destacó entre otros, el gasto de las comunidades autónomas y de las entidades locales, al mismo tiempo que se opuso a nuevas subidas de impuestos. Además, los empresarios apostaron por acompañar el plan de austeridad con reformas estructurales. El líder patronal subrayó la del mercado de trabajo como la prioritaria y rechazó que la nueva política del Gobierno vaya a suponer algún impedimento, como han sugerido los sindicatos. Finalmente, Díaz Ferrán se mostró crítico con las movilizaciones que han anunciado CC OO y UGT, argumentando que lo último que necesita ahora el país es padecer una huelga general.