La nube volcánica da un respiro a los aeropuertos europeos
En España sólo registraron cancelaciones los de Baleares
La nube de cenizas procedentes del volcán islandés, que el martes provocó la cancelación de numerosos vuelos en los aeropuertos españoles, dio ayer un respiro al tráfico aéreo. En España, las instalaciones de AENA funcionaron con casi total normalidad, si bien la meteorología adversa obligó a establecer regulaciones en los aterrizajes en el aeropuerto de Madrid-Barajas.
Según los datos difundidos por AENA y las compañías aéreas, por la mañana el aeropuerto de Madrid registró 39 aterrizajes por hora, en lugar de los 46 habituales, debido a una fuerte tormenta en la zona de aproximación.
Al margen de los problemas meteorológicos en Barajas, los aeropuertos españoles recuperaron ayer su actividad, después de que a las 08.00 horas se reabrieran las instalaciones de Valencia, donde se suspendieron los vuelos a las 02.00 horas por la contaminación volcánica. Este cierre obligó a cancelar dos vuelos entre Madrid y la capital levantina.
Sólo los aeropuertos de las Islas Baleares se vieron afectado por la nube volcánica. El aeropuerto de Palma de Mallorca había registrado a las 14.00 horas un total de 24 vuelos cancelados, según fuentes de AENA. El aeropuerto de Menorca, por su parte, también tuvo restricciones, con dos vuelos anulados, mientras que el de Ibiza sufrió la cancelación de cuatro vuelos con conexión a Palma.
Desde que el 8 de mayo la nube de cenizas entró en el espacio aéreo español se han cancelado en los aeropuertos españoles un total de 3.873 vuelos por causas directas o indirectas de esta contaminación. El pasado sábado se anularon 1.358 vuelos; 690 el domingo; 484 el lunes y 1.341 el pasado martes, especificó AENA.
También ha afectado al espacio aéreo de Portugal, Marruecos, Francia, Italia y otros países europeos, lo que ha complicado el tráfico aéreo en el viejo continente.
Las compañías aéreas consultadas por Efe han expresado su intención de regular sus programaciones a lo largo de hoy, aunque han advertido de que "la resaca de la ceniza" seguirá provocando retrasos y cancelaciones.