La compañía atribuye la caída a los resultados extraordinarios contabilizados en los tres primeros meses de 2009 por la venta de activos inmobiliarios.
La cifra de negocio cayó un 11,2% entre enero y marzo, hasta los 62,49 millones de euros, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 50,66 millones, un 11,8% menos.
Del total de ingresos, 61,1 millones proceden de la rentas de alquiler de edificios, mientras que el resto se obtuvieron por la prestación de servicios de gestión patrimonial a terceros.
A cierre del pasado mes de marzo, Testa contaba con un parque de edificios en alquiler que sumaba una superficie alquilable de 1,50 millones de metros cuadrados, un 1% superior al de un año antes.