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Malograda situación empresarial

Díaz Ferrán ve tambalearse su liderazgo

La olla a presión en la que se había convertido cada cónclave de la CEOE, explotó ayer finalmente. Por primera vez, varios miembros de la cúpula patronal tomaron la palabra durante la junta directiva para pedir cuentas a su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, por su malograda situación empresarial. El representante de los estanqueros, Manuel Fernández Vicario, y varios representantes de patronales de la Comunidad Valenciana recriminaron al máximo representante de los empresarios que la crisis de su emporio esté afectando a la imagen de la CEOE y a su capacidad negociadora, en pleno debate de la reforma laboral.

Díaz Ferrán, visiblemente abatido según fuentes de la patronal, replicó que, pese a su delicada situación, no piensa dimitir. Aseguró, además, que la crisis de Marsans, la compañía que posee con su socio Gonzalo Pascual, mejorará en los próximos días. "Se ha aferrado al cargo y no piensa irse. Muchos más iban a pedir su marcha pero evitaron retratarse al ver que era inútil", relatan a este diario algunos de los presentes.

Paralelamente, el presidente del Instituto de Empresa Familiar, Simón Pedro Barceló, y el presidente de Planeta, José Manuel Lara Bosch, anunciaron que han pedido a Díaz Ferrán que se vaya "cuanto antes". Lara, además, anunció que Juan Rosell, líder de la patronal catalana se sumaría a esta demanda. Finalmente, Rosell se echó atrás y fue uno de los pocos que defendió a Díaz Ferrán en la junta, si bien dejó que sus vicepresidentes cargaran contra él.

Terciado reniega

La inestabilidad de Díaz Ferrán al frente de la CEOE es tal, que ayer se desvinculó de él su delfín para Cepyme. Jesús Terciado, de la patronal castellanoleonense, aseguró que no colabora con él.

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